– Congreso vaca a Martín Vizcarra al declarar su incapacidad moral permanente

maquina-de-combate.com – El congresista Manuel Merino de Lama ha asumido el Despacho Presidencial como jefe del gobierno de transición que llevará al Perú hacia las elecciones generales en abril próximo y ejercerá la Presidencia de la República hasta el 28 de julio de 2021.

Manuel Merino de Lama es el presidente del Congreso de la República, y conforme a la Constitución Política del Perú le corresponde asumir el despacho presidencial habida cuenta que la segunda vicepresidenta, Mercedes Aráoz, renunció al cargo meses atrás.

En el segundo proceso de vacancia al que fue sometido por múltiples denuncias en su contra que lo asocian a actos de corrupción, Martín Vizcarra fue vacado del cargo de presidente por una abrumadora mayoría de congresistas de distintas bancadas (105 votos a favor de la vacancia) al haber quedado convencidos de la incapacidad moral permanente de Vizcarra, quien tras ser notificado de la decisión del Congreso de la República ha cesado funciones como mandatario.

Termina así el peor gobierno en la historia republicana del Perú.

Mientras tanto, Merino ha confirmado que el cronograma electoral sigue vigente, que no se modificará de ninguna manera y que conformará un Consejo de Ministros de ancha base.

Asimismo, hoy, en el diario oficial El Peruano se ha publicado la Resolución del Congreso 001-2020-2021-CR “Resolución del Congreso que declara la permanente incapacidad moral del presidente de la República y la vacancia de la Presidencia de la República”.

Por otro lado, se han aceptado las renuncias del presidente del Consejo de ministros y de todos los ministros.

El presidente del Congreso, Manuel Merino de Lama, se reúne con los altos mandos militares y policiales, momentos antes de asumir el Despacho Presidencial de la República del Perú. 10 de noviembre de 2020. Foto: Congreso de la República del Perú

 

Manuel Merino de Lama asume el cargo de presidente del Perú. Foto: Congreso de la República del Perú

 

Actualización al 21 de noviembre de 2020:
Las marchas de la semana pasada contra la corrupción que se realizaron en diferentes ciudades del Perú, la más numerosa en Lima, han tenido el efecto de producir la renuncia a la presidencia interina del congresista Manuel Merino de Lama.

Luego de la movilización de civiles en señal de rechazo a la corrupción que aqueja desde hace años al aparato público, principalmente en el Poder Ejecutivo, en el centro de Lima un grupo de civiles se enfrentaron a las unidades policiales que custodiaban la zona. Producto de la agresión a la Policía, dos civiles perdieron la vida. Imágenes propaladas por redes sociales indican que por lo menos uno de ellos habría fallecido a causa de la detonación en su cuerpo de una bombarda lanzada por los propios agresores. Los hechos están bajo investigación.

Ante lo sucedido y la falta de apoyo en el Congreso, Manuel Merino de Lama presentó su renuncia y el Pleno del Congreso eligió una nueva Mesa Directiva liderada por el congresista Francisco Sagasti, quien en correspondencia ha asumido la presidencia interina del Perú hasta el 28 de julio de 2021. Le toca llevar al Perú hacia las elecciones generales del 11 de abril del próximo año de manera ordenada y sin sobresaltos, atender una probable segunda ola del nuevo coronavirus e intentar reposicionar la economía nacional en la senda del crecimiento.

Cabe indicar que el Tribunal Constitucional, por mayoría 4-3, no se ha pronunciado sobre la primera vacancia de Martín Vizcarra al haber sustracción de la materia. Vizcarra fue vacado en un segundo proceso por amplia mayoría (105 votos a favor lo declararon sujeto de incapacidad moral permanente, un concepto que se debe mantener abierto porque es muy pero muy complicado adivinar qué comportamiento anómalo pueda presentar un mandatario que se muestre inestable en el futuro). Ambos procesos de vacancia, un primero que no alcanzó los votos necesarios para proceder y el segundo que logró abrumadora mayoría – se han realizado en conformidad con el marco legal peruano.

Ya se escuchan voces en algunos grupos políticos de ideologías extremas que promueven la elaboración de una nueva Constitución, cuando la Constitución Política de 1993 solamente requiere de actualizaciones puntuales. Diera la impresión que en lugar de perfeccionar la actual Constitución, quieren otra nueva para que sus inevitables carencias  les brinde más tiempo para seguir lucrando con los recursos del Estado, lo contrario a las ideas que motivaron las marchas recientes.

 

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