– Pueden afectar a terceros a partir del 20 de septiembre
– Posibles implicancias para Perú

maquina-de-combate.com – El 20 de septiembre de 2018, el gobierno de Estados Unidos ha procedido a sancionar a una entidad china por haber adquirido armamento a la industria de la Defensa de Rusia.

La nueva medida representa en la práctica una profundización de las sanciones contra Rusia por la invasión y anexión de Crimea en 2014 al hacer efectivas sanciones a terceros por la adquisición o incorporación de armamento de origen ruso. Tal práctica podría perjudicar el aletargado programa de modernización militar de las Fuerzas Armadas del Perú.

El 27 de octubre de 2017, el Departamento de Estado de EEUU emitió una guía pública sobre la implementación del Acta de 2017 para Contrarrestar a los Adversarios de América a través de Sanciones (Caatsa – Countering America’s Adversaries Through Sanctions Act of 2017).

El Departamento de Estado del gobierno de EEUU, en coordinación con el Departamento del Tesoro, aplican sanciones a aquellas personas, compañías o incluso gobiernos que hayan llevado a cabo transacciones significativas, a partir del 2 de agosto de 2017, con entidades relacionadas a los sectores de la defensa e inteligencia del gobierno de la Federación Rusa.

Sanciones secundarias pueden implementarse contra personas, compañías, entidades y hasta terceros gobiernos, fuera de Estados Unidos, es decir, contra cualquiera en el mundo, que lleve a cabo actividades que se consideren sancionables por el gobierno de Estados Unidos. En otras palabras, es posible que se sancione a cualquier país por adquirir armamento o equipos militares de origen ruso.

Las sanciones a terceros se han concretado el 20 de septiembre con la sanción a China y a un funcionario chino, abriendo así un nuevo capítulo en el alcance de las sanciones, que bien puede afectar a todo aquel país que adquiera sistemas de armas y equipos militares a Rusia en el futuro. Para el mantenimiento de equipos militares y sistemas de armas adquiridos antes del 2 de agosto de 2017 no hay inconveniente y como sabemos, el gobierno peruano actual, más allá de continuar algunos programas, en particular de SIMA Perú, no ha comprado absolutamente nada relevante para la Defensa, así que no hay inconveniente.

China ha sido sancionada en septiembre pasado por la incorporación de diez cazas Su-35 y elementos del sistema de defensa anti-aérea S-400. Las sanciones aplicadas el 20 de septiembre comprenden, entre otros, la negación de licencias de exportación, prohibición de transacciones de moneda extranjera en la jurisdicción de EEUU, prohibición de transacciones en el sistema financiero de EEUU, bloqueo de propiedades e intereses dentro de la jurisdicción de EEUU y bloqueo de visas. Obviamente, estas sanciones no han sido bien recibidas en China.

Las sanciones que aplica el Departamento de Estado, desde octubre de 2017, comprenden a las siguientes organizaciones de la industria de la Defensa de Rusia: Admiralty Shipyard JSC, Almaz Antey Air and Space Defense Corporation JSC, Dolgoprudny Research Production JSC, Federal Research and Production Center Titan Barrikady JSC, Izhevsk Mechanical Plant, Izhmash Concern JSC, Kalshnikov Concern JSC, Kalinin Machine Building Plant JSC, KBP Instrument Design Bureau, MIC NPO Mashinostroyenia y Molot Oruzhie.

Asimismo, Mytishchinski Mashinostroitelny Zavod, Novator Experimental Design Bureau, NPO High Precision Systems JSC, NPO Splav JSC, Oboronprom OJSC, Radio-Electronic Technologies (KRET), Radiotechnical and Information Systems Concern, Research and Production Corporation UralVagonZavod JSC, Rosoboronexport OJSC, Russian Aircraft Corporation MiG (RAC MiG), Russian Helicopters JSC, Sozvedie Concern JSC, State Research and Production Enterprise Bazalt JSC, Sukhoi Aviation JSC, Tactical Missiles Corporation JSC, Tikhomirov Scientific Research Institute JSC, Tupolev JSC, United Aircraft Corporation, United Engine Corporation, United Instrument Manufacturing Corporation y United Shipbuilding Corporation.

Es decir, entre la lista de empresas rusas sancionadas se incluyen a fabricantes de helicópteros, aviones caza, misiles, tanques, vehículos blindados, sistemas de guerra electrónica, buques, sistemas de defensa anti-aérea, fusiles de asalto, entre otros.

En Estados Unidos sostienen la posibilidad de analizar caso por caso las compras, después de todo se trata de las capacidades militares de países amigos y algunos socios del país norteamericano. Es factible la emisión de ‘waivers’ o excepciones, pero probablemente ello aplique para grandes importadores de armamento como la India, por ejemplo, donde las empresas estadounidenses de la industria de la defensa están intentando colocar contratos de muy alto valor. Para países pequeños como el Perú podría representar un serio inconveniente, si en algún momento en los próximos dos o tres años, el gobierno peruano se decide a empujar adelante el programa de modernización militar.

Existen diversos productos de la industria de la defensa rusa que sea por capacidades, precio o por garantía de suministro al margen de cuestiones geopolíticas, representan una alternativa muy atractiva para un gran número de países.

Desde Rusia han venido trabajando para trabajar sus contratos de la industria de la Defensa alrededor de las sanciones estadounidenses, han implementado un programa de sustitución de importaciones de componentes fabricados en Estados Unidos, Europa y Ucrania, pasando a fabricación local o a adquirir componentes que no se fabrican localmente en otros países. Asimismo, se ha indicado que las sanciones representan una forma injusta, desleal, de competencia en el mercado internacional.

A la luz de las sanciones aplicadas en septiembre pasado a terceros, hace unos días, existe pues la posibilidad de que el Ministerio de Defensa del Perú, algún instituto armado peruano, el propio gobierno peruano, funcionarios u oficiales militares peruanos sean sancionados por llevar a cabo nuevas adquisiciones a la industria rusa de la Defensa y sería recomendable que tal posibilidad sea esclarecida con Rusia y Estados Unidos, habida cuenta que las relaciones con ambos países están en muy buenos términos, a pesar de los inconvenientes surgidos para implementar el programa de interdicción de avionetas del narcotráfico, y que las compras militares que hace Perú se basan en las capacidades de los sistemas de armas o equipos militares, no en consideraciones geopolíticas que no competen a un país pequeño como el Perú.

Los presidentes de EEUU y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, en un conferencia de prensa en la cumbre bilateral de Helsinki en julio de este año. Foto: Casa Blanca

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