– Sentencia en primera instancia exige un pago de 355 millones de dólares por un fraude inexistente en el mundo real. Afecta seriamente el clima de negocios en Nueva York.

La Bolsa de Valores de Nueva York. Foto: Corporate Finance Institute

maquina-de-combate.com – Utilizando un rebuscado estatuto legal que no requiere probanza de fraude, la Fiscalía de Nueva York ha logrado que un juez le de luz verde a la estrafalaria noción de que una transacción con bienes raíces de por medio, a un valor de mercado definido a satisfacción de ambas partes, tanto el dueño de la propiedad como el banco participante, sea aceptado en corte como una especie de fraude, un fraude sin víctimas, en una transacción comercial en la que ambas partes obtuvieron significativos beneficios legalmente.

En su sentencia de primera instancia, el juez Arthur Engoron le exige al empresario y expresidente Donald Trump el pago de 355 millones de dólares, cuando no hay parte afectada negativamente que exija compensación económica. Llama la atención que a pesar del evidente abuso de autoridad, no se pronuncie el Colegio de Abogados de Nueva York (New York State Bar Association) y que no haya organizaciones tipo Better Business Bureau que se pronuncien en contra de la sentencia por el potencial desastroso efecto sobre el clima de negocios en el Estado.

En el esquema estructurado por Fiscalía de Nueva York se pretende estipular que una transacción a valor de mercado, con tasación de terceros, es un fraude comercial, a pesar que el Banco hubiese incluso repetido negocios con Trump, y el juez a cargo del caso se ha comprado esta figura simulada artificialmente que más se asemeja a una realidad alterna en la que el Estado es el único empresario, juez y parte al ser también la autoridad regulatoria, donde no hay un mercado libre, ni oferta ni demanda independientes del Estado, y de todos los lugares del mundo, ocurre en la ciudad donde opera la icónica Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE), es una completa aberración la sentencia de la Corte de Nueva York.

Además, para apelar, la defensa legal de Trump debe consignar fianza por el monto equivalente a la sentencia ante el sistema judicial, repetimos, a pesar de que no hay víctimas y que de acuerdo a la prensa extranjera en las escasas ocasiones que se ha utilizado este esquema legal han habido daños, personas afectadas muy negativamente, víctimas que era necesario proteger y aparentemente, es para esos casos que se ha dejado un estatuto con estipulaciones tan generales, lo que en el caso de Trump se ha forzado la figura y tratado la ley como chicle (goma de mascar) para ajustarlo de tal manera que un juez no se vea obligado a reirse a carcajadas por lo absurdo de los argumentos de la Fiscalía.

Es un caso absurdo, que una Fiscalía seria no hubiese presentado, ni siquiera en un país del tercer mundo, por la aberración de sus sustentos y la evidente afección al clima de negocios en el Estado de Nueva York, lo que ya está siendo hecho notar por grandes inversionistas estadounidenses. No ha habido fraude, no hay corrupción, las partes están contentas con el negocio y los beneficios tienen un efecto positivo para la eocnomía de Nueva York y otros Estados.

Y esto sin mencionar, que una corte de apelaciones ya le ha enmendado la plana al juez de este caso.

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