– Luego de año y medio de una invasión que supuestamente no pasaba de una semana, ingente pérdida de vidas y materiales.
– Buena parte de los soldados rusos más experimentados han perdido la vida en los primeros meses de la invasión.
– Lukashenko, mandatorio bielorruso tuvo que mediar para impedir el asalto de Moscú por parte de los paramilitares.

Restos del IL-22M derribado por Wagner Group en medio del amago de rebelión contra el mando ruso. Foto: Twitter Dead District

maquina-de-combate.com – Yevgueni Prigozhin, líder del grupo de contratistas militares privados (mercanearios) Wagner convertido en oligarca ruso por los fondos acumulados a través de intervenciones militares en varios países, ha sido protagonista de una rebelión armada contra las autoridades del Ministerio de Defensa de Rusia, a quienes responsabiliza por los desastrosos resultados de la invasión a Ucrania, operación militar de gran envergadura que buscaba un cambio de régimen en Ucrania pero que tras año y medio ha diezmado las más preparadas unidades militares rusas y ha provocado la pérdida de miles de piezas de armamento y ahora amenaza no solamente con provocar un cambio de gobierno en la propia Rusia sino que hasta alguno analistas especulan con el posible desmembramiento de la Federación Rusa.

Ante la amenaza que el Grupo Wagner sea o desactivado o puesto bajo el control del Ministerio de Defensa, Prigozhin anunció en varios mensajes de audio, que incluso fueron propalados vía hackeo en la televisión rusa, instaba a ciudadanos y unidades militares a levantarse en armas contra las autoridades rusas a las que responsabilizaba por la mortandad en las filas de las Fuerzas Armadas de Rusia, tanto por inpetitud como por corrupción. Prigozhin responsabilizaba al ministro de Defensa, Serguei Shoigu, y al comandante del Ejército, general Valeri Gerasimov, por los desastrosos resultados de la campaña militar en Ucrania, incluyendo la pérdida por destruccióno captura de unos 8000 vehículos blindados (2000 tanques dentro de esa cifra) y 300 aeronaves.

Para el sábado, unidades de Wagner tomaron las instalaciones del Ministerio de Defensa (Cuartel General del Distrito Militar del Sur) en la estratégica ciudad de Rostov del Don, un aeródromo militar en la vecina región de Vorozneh, y una columna del grupo enrumbó en dirección hacia Moscú bajo la amenaza de tomar la ciudad. Dicha columna avanzó cientos de kilómetros hasta ubicarse a unos 200 kilómetros de Moscú. La única oposición al avance de la columna de Wagner lo constituyeron bloqueos de caminos con trincheras y vehículos pesados civiles que fueron fácilmente superados o simplemente ignorados por las experimentadas tropas del grupo de mercenarios. La Guardia Nacional de Rusia (Rosgvardia) preparaba puntos de defensa al sur de Moscú, aunque varias unidades militares del Ejército de Rusia se unieron a la rebelión, un reflejo del descontento generalizado en los institutos armados por el desconcertantmente inepto comando que ha logrado convertir al reportado como segundo Ejército más grande del mundo en el segundo más grande de Ucrania, a decir del secretario de Defensa de Estados Unidos, Anthony Blinken.

Unidades chechenas habrían intentado interceptar la columna pero dicho encuentro no llegó a producirse. Aunque nunca se sabe bien de qué lado están los chechenos, el hecho que ellos tuvieran que desplazarse para intentar evitar el arribo a Moscú de los paramilitares de Wagner dice mucho de la complicada situación en Rusia.

13 pilotos fallecieron luego de que sus aeronaves de las Fuerzas Armadas de Rusia fueran alcanzadas por el fuego antiaéreo de unidades alzadas en revuelta de Wagner, incluyendo un avión de inteligencia de comunicaciones y puesto de comando aéreo IL-22M (con la pérdida de la tripulación de ocho personas), tres Mi-8, un Mi-35, un Ka-52, un Mi-28. También se difundieron imágenes de las contramedidas de un Ka-52 desviando un misil antiaéreo disparado por los paramilitares.

Entretanto, la intervención del presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, urgido por evitar que su aliado Vladimir Putin no pierda más terreno en una situación que podría trasladarse a Bielorrusia, logró detener el avance de los paramilitares hacia Moscú, donde ya se realizaban preparativos de defensa. Por el momento, Prigozhin se ha trasladado a Bielorrusia, a donde se esperan a aquellos paramilitares que participaron en la frustrada rebelión. Prigozhin ha afirmado que no era su intención derrocar a Putin sino generar un cambio de mando en el Ministerio de Defensa. Informes no oficiales sugerían la detención de varios altos militares rusos, incluyendo al propio ministro de Defensa pero dicha información ha sido denegada por Moscú. Aparentemente, Shoigu, sigue en el cargo no obstante una de las peores campañas militares de la historia universal.

Extraoficialmente, autoridades de la OTAN se habrían contactado con Moscú para disuadir a sus contrapartes sobre un probable uso de armas tácticas nucleares en Ucrania, y dos senadores estadounidenses sostuvieron una conferencia de prensa en la que sostenían que el uso de armas nucleares o la destrucción de la planta nuclear de Zaporizhzhia, en Ucrania, sería considerado como un ataque a la OTAN por los efectos de la radiación. La rebelión terminó tan rápido como comenzó, al día siguiente.

La situación en Rusia sigue complicada, y Ucrania sigue avanzando pero con lentitud en su nueva contraofensiva en curso. Han perdido unos cuantros tanques Leopard y vehículos de comnbate de infantería Bradley, junto a varias decenas de vehículos protegidos contra emboscadas MRAP. Las Fuerzas Armadas de Ucrania tienen hasta mediados de 2024 para intentar liberar la Península de Crimea antes del ingreso de una nueva administración estatal en Estados Unidos, tras lo cual es probable que se corten los paquetes de ayuda militar desde ese país, dejando a Europa para cargar con el suministro de armas a Ucrania. Hasta el momento, Rusia no quiere entregar Crimea y Ucrania no está dispuesta a perderla.

En adelante, Prigozhin deberá tener cuidado con las ventanas de altos edificios.

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