¿Tendrá Perú su primera comandante en jefe de las Fuerzas Armadas?
Oportunidad para devolverle estabilidad y seguir creciendo
maquina-de-combate.com – Habida en cuenta de lo que en la práctica representa la renuncia en diferido del presidente Martín Vizcarra en su discurso al Congreso de la República el 28 de julio, se abre la posibilidad de que la vicepresidenta Mercedes Araoz se convierta en la primera comandante en jefe de las Fuerzas Armadas del Perú.
En su discurso ante el Pleno del Congreso, Vizcarra anunció la presentación de un proyecto de ley para adelantar las elecciones generales con el objetivo de nombrar un nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas del Perú, quien, él o ella, debería asumir el cargo de Presidente de la República el 28 de julio de 2020, y con ello el Perú tendría también un nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas del Perú o jefe suprema de las Fuerzas Armadas, como le quieran llamar.
En dicho discurso, el presidente reconoce de manera explícita que en la coyuntura que en su gestión se ha generado – el Poder Ejecutivo tiene a su cargo la implementación del Presupuesto Público Anual – no tiene capacidad para gobernar adecuadamente al Perú y sostiene que lo mejor para el país es que se vayan todos, Poder Ejecutivo y Poder Legislativo.
El proyecto de ley que presentan hoy día al Congreso tiene ese objetivo, a través de un referéndum. Así, cabe mencionar que cada proceso electoral le cuesta al erario público entre 100 y 200 millones de soles, y los años en que se realizan procesos electorales generales no se destacan por su dinamismo económico y eso, ahora, en una coyuntura de ralentización económica no es solamente inconveniente sino irresponsable. Solamente, movilizar a las Fuerzas Armadas para brindar apoyo a cada proceso electoral cuesta una ingente cantidad de recursos del fisco, entre 30 y 50 millones de soles en cada proceso.
En razón de que la vicepresidente del Perú, Mercedes Araoz, ha declarado hoy – o bueno, ayer, antier – al diario local El Comercio que “el pueblo nos eligió para llegar al 2021”, que diversos grupos parlamentarios – incluyendo miembros de la que fuera originalmente la bancada oficialista – y que el reconocido economista Hernando de Soto ha sostenido hoy, en declaraciones a ATV Noticias que adelantar las elecciones es un “salto al vacío” y que la economía nacional que ya viene dañada, se resintiría aún más, es dable que el presidente Vizcarra reconozca el ambiente de zozobra que se ha generado desde julio del año pasado (asumió el cargo en marzo pero desde julio ha presentado iniciativas legislativas que atañen directamente a responsabilidades del Parlamento, suponemos por desconocimiento, y han intentado interpretar de manera novedosa la cuestión de confianza – se emplea para nuevos gabinetes de ministros, interpelaciones – y otras secciones de la Constitución Política de 1993), y que en función de las posibilidades que la Constitución le brinda al presidente, implemente la actitud de desprendimiento que ha sugerido en su discurso del 28 de julio y proceda a renunciar al cargo al que accedió de manera accidental para administrar temporalmente el Perú, no intentar como en otras latitudes hacer efectivamente suyo un encargo temporal, y que su vicepresidenta asuma el cargo de Presidenta de la República.
Los puestos públicos como la Presidencia son encargos temporales que el pueblo le confiere a ciertas personas en procesos electorales para administrar los recursos del Estado de la mejor manera y ello bajo “reglas de juego” definidas, las cuales, se están intentado cambiar, en lugar de procurar una mejor gestión administrativa, tanto en el Poder Ejecutivo como en el Legislativo, a través del dialogo.
En una democracia representativa, el pueblo encarga funciones, no para que los funcionarios como el Presidente hagan lo que sugieren las encuestas, sino para que haga el funcionario, para que actúe sin dudar, sin consultar al pueblo, para administrar. Para ello, el funcionario debe estar preparado para reconocer qué va, qué no va, y saber qué es lo mejor para el Perú, en línea con la Constitución Política de 1993, sin que se lo diga el pueblo o una parte del pueblo, y sí se lo dicen, responder cuando corresponda que así no es, que las cosas son como son, que confíen en él o ella, que las cosas van a estar mejor porque el encargado de la Presidencia de la República – conforme a ley – sabe qué hacer sin que se lo tengan que decir en las calles.
Y sí al funcionario presidente le dicen lo primero que les cruza la mente, que el funcionario entienda que la mejor solución es primero invertir bastante, bastante, en educación, en infraestructura educativa, y no malgastar los recursos del Estado en asesorías innecesarias.
Como decían en otro país hace un tiempo, “It’s the economy, stupid”. No escribimos la frase en castellano porque suena más ofensiva de lo que en realidad es una llamada de atención, no es nuestra intención ofender a nadie, y lamentablemente, dadas ciertas excesivas sensibilidades locales y la también excesiva ideologización que desde hace un año reina en el Perú, donde hoy en las redes sociales se difama a diario a personas de manera masiva, la frase en castellano no transmite el real significado donde se toman personales, en lugar de coyunturales, las cosas. Si alguien se siente ofendido, nuestras más sinceras disculpas de antemano.
De esta manera, el Perú tendrá su primera mujer Presidente o Presidenta, como la quieran llamar, y su primera comandante, no vamos a decir comandanta porque suena ridículo, lo siento, de las Fuerzas Armadas del Perú, la primera jefa, la primera comandante de género femenino. Les corresponde a ellas devolverle estabilidad al país, aún más ahora que el Perú organiza unos impresionantes Juegos Panamericanos, la mejor y más costosa publicidad que nuestro pequeño país sudamericano haya pagado en su historia republicana y que habrá de generar una gran afición al deporte, reduciendo costos a futuro gastos médicos y reduciendo la inseguridad ciudadana, porque es comúnmente aceptado que las personas que se dedican al deporte, tienden a alejarse de las drogas y la delincuencia.
Esperamos que las autoridades no organicen un evento similar en los próximos años porque a pesar de que los Juegos Panamericanos Lima 2019 son estupendos, alucinantes, impresionantes, el fisco peruano, por lo pronto, no aguanta otro desembolso similar.
Por otro lado, para implementar paridad, la cual, debe ser una práctica de aceptación general en el Perú, sin necesidad de regularla vía normas y leyes que solamente demuestran la falta de inversión en educación, el Gabinete de Ministros de la probable primera Presidenta del Perú debería estar conformada por un 50% o más de ministras mujeres. Ellas pueden conducir al Perú al Bicentenario de la República, son nuestras madres, hermanas, amigas.
Mercedes Araoz Fernández, actual vicepresidenta de la República, en las elecciones generales de 2016, fue elegida segunda vicepresidenta de la República. En dicho proceso electoral también fue elegida como congresista de la República. En septiembre de 2017 asumió el cargo de presidenta del Consejo de Ministros. Tiene grado de Economista por la Universidad del Pacífico con maestría y estudios doctorales en la Universidad de Miami. Trayectoria Profesional. Ha sido Catedrática de la Universidad del Pacífico y representante del Banco Interamericano de Desarrollo en México. Ha sido ministra de Economía y Finanzas, ministra de Producción y ministra de Comercio Exterior y Turismo.
Y esto lo decimos, en línea con la Constitución Política de 1993, y a sabiendas de que Mercedes Araoz no es precisamente una funcionaria que se haya destacado por su apoyo verbal o apoyo práctico al programa de modernización de las Fuerzas Armadas del Perú, pero como bien dijo el presidente Martín Vizcarra, “el Perú Primero”, señores y señoras.
Y sí, el Congreso de la República actual es sumamente mediocre, con algunas, contadas excepciones que incluyen a su actual presidente, Pedro Olaechea. Este Congreso, mediocre como es, ha sido elegido por el pueblo, y si eligieron mal, será motivo para aprender a elegir en la próxima elección general, y debemos empezar respetando el pacto, respetando el cronograma para el cual el pueblo eligió a sus mediocres representantes parlamentarios, y lo mismo en el gobierno.
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