– Sentencia de la Corte Internacional de Justicia
– Bolivia permanecerá como país mediterráneo
– Por iniciativa propia, las partes pueden negociar

maquina-de-combate.com – La Corte Internacional de Justicia de La Haya ha determinado este 1 de octubre de 2018 que Chile no tiene obligación alguna para negociar con Bolivia una salida soberana al Océano Pacífico a través de territorio chileno.

El 24 de abril de 2013, el gobierno de Bolivia presentó una demanda en contra de Chile ante la Corte Internacional de Justicia en relación a una supuesta “Obligación de Chile para negociar de buena fe y efectividad con Bolivia, para alcanzar un acuerdo que otorgue a Bolivia un acceso completamente soberano al Océano Pacífico”. Bolivia sostenía que más allá de sus obligaciones generales bajo la ley internacional, Chile se había comprometido a través de acuerdos específicos, práctica diplomática y una serie de declaraciones atribuibles a sus más altos representantes, a negociar un acceso soberano al mar para Bolivia y en la óptica de Bolivia, Chile no había cumplido con tal obligación y de hecho, negaba la existencia de compromiso alguno en la materia.

En una primera instancia, el 15 de julio de 2014, Chile objetó la jurisdicción de la Corte en el caso presentado por Bolivia. La Corte le otorgó a Bolivia plazo hasta el 14 de noviembre de 2014 para presentar una alegación escrita sobre la objeción chilena. El 24 de septiembre de 2015, la Corte sentenció que bajo el Artículo VI del Pacto de Bogotá, que indica que una disputa entre partes ya ha sido definida por algún acuerdo mutuo de manera previa a la firma del Pacto de Bogotá mismo, el 30 de abril de 1948, las provisiones del pacto no tienen jurisdicción para decidir sobre la disputa. Si embargo, la Corte anotó que el Tratado de 1904 entre Bolivia y Chile no contemplaba, expresa o de manera explícita, la cuestión sobre supuestas obligaciones de Chile para negociar con Bolivia por una salida al mar para el último. En tal sentido, la Corte desestimo la objeción de Chile.

La Corte, entonces, estableció al 24 de septiembre de 2015 como la fecha límite para que Chile presente una Contra-Memoria.

La Contra-Memoria
La Contra-Memoria de Chile, de fecha 13 de julio de 2016, señala que Bolivia pretendía convertir intercambios diplomáticos en compromisos vinculantes legalmente y sostiene que solamente en una oportunidad se llevaron a cabo negociaciones sostenidas entre las partes sobre la materia, entre 1975 y 1978, pero resalta que las negociaciones versaban sobre el probable intercambio de territorios, no la transferencia unilateral de territorio que ahora busca Bolivia. Agrega además que dichas negociaciones fueron rotas por Bolivia, la cual rompió relaciones diplomáticas con Chile en 1978.

Chile sostiene que el Tratado de 1904 define los límites entre ambos países y que además establece un régimen de libre tránsito hacia al mar para Bolivia, así como el derecho a establecer y mantener una aduana propia en puerto. Chile mantiene almacenes para el almacenamiento de carga boliviana en los puertos de Arica y Antofagasta, en los cuales pueden permanecer hasta un año, con una extensión probable de 90 días, vencida la cual, los bienes se consideran abandonados. En el puerto de Iquique y en la zona extra portuaria de Alto Hospicio también tiene beneficios la carga boliviana. Algunos servicio portuarios en Arica y Antofagasta tienen tarifas preferenciales para la carga boliviana, la cual no ha sido modificada desde 1995.

La Contra-Memoria de Chile sostiene además que durante las últimas dos décadas del siglo XIX, Bolivia concentró sus esfuerzos para llegar a un acuerdo con Chile para obtener un nuevo acceso al mar, en particular, a través de los territorios de Tacna y Arica. Tras el pacto de tregua de 1884, el Tratado de Transferencia de 1895 (que dicho sea de paso nunca llegó a tener efecto) si contemplaba la posibilidad de una transferencia de soberanía de territorio chileno a Bolivia, en el extremo norte de Chile.

A partir de 1920, Bolivia ha solicitado una revisión del tratados de paz de 1904, lo que hasta la fecha, Chile no ha aceptado.

El 30 de noviembre de 1926, el entonces secretario de Estado de EEUU, Frank Kellogg propone a lo gobiernos de Chile y Perú ceder la soberanía de Arica y Tacna a Bolivia, lo cual fue rechazado por Perú. Entonces, la negociaciones sobre Tacna y Arica continuaban y fueron selladas recién en 1929 con el regreso de Tacna al Perú.

En junio de 1950, Bolivia y Chile intercambian notas en las que Bolivia solicita retomar el asunto y Chile indica su apertura a iniciar una negociación sobre una salida al mar para Bolivia, pero que se requería el consentimiento de Perú, en conformidad con los acuerdos de 1929. Para iniciar conversaciones, Chile propuso conversar también sobre una compensación no territorial, previas consultas con el Perú. Bolivia no aceptó la contra propuesta chilena.

Existe una diferencia entre apertura a negociar y obligación a negociar, indicó la contra-memoria de Chile. En 1961, Bolivia intentó remover el tema en una conferencia interamericana sobre limitación de armamento, conferencia que no se llevó a cabo, un memorándum de la diplomacia chilena reitera la apertura de Chile a conversar, más no señala obligación alguna; en 1963, Bolivia sostiene que las notas diplomáticas de 1950 establecen obligaciones, lo que es reiterado en abril de 1967.

El abrazo de Charaña
Entre 1975 y 1978, Chile y Bolivia negociaron una posible salida al mar para Bolivia a través del extremo norte de Arica. Chile solicitó el 19 diciembre de 1975 a Perú su aprobación, en conformidad con los acuerdos de 1929, pero el Perú rechazó la propuesta e hizo una contra-propuesta el 18 de noviembre de 1976 (un área de soberanía tripartita), la cual a su vez rechazada por Chile y Bolivia. Chile le pidió a Perú reconsiderar el tema, pero el Perú expresó nuevamente su rechazo.

Bolivia luego sugirió un intercambio de territorios entre Chile y Bolivia, lo cual Chile indicó es parte esencial de cualquier acuerdo sobre la materia. El tema se conversó hasta marzo de 1978, momento en el que Bolivia suspende las relaciones diplomáticas. Según la Contra-Memoria de Chile, las conversaciones no implican obligación alguna, más aún cuando fue Bolivia misma la que las terminó abruptamente.

Las partes analizaron unos 50 kilómetros de costa para Bolivia y una franja de 15 kilómetros de ancho hasta territorio boliviano. Bolivia señalaba su apertura a alguna forma de compensación a Chile.

El 8 de febrero de 1975, el general Banzer, Bolivia, y el general Pinochet, Chile, firmaron una declaración conjunta en la que señalaron la decisión de restauras relaciones diplomáticas rotas en 1962 y resolvieron continuar dialogando para resolver diversas materias, incluyendo una salida al mar. El 6 de agosto de 1975, una resolución de la Organización de Estado Americanos toma nota de la declaración bilateral y señala como tema de preocupación la mediterraneidad de Bolivia y se ofrece a cooperar en la búsqueda de soluciones.

Las partes aprobaron unas guías para las conversaciones en diciembre de 1975. Bolivia aceptaba ceder a Chile parte de su territorio como compensación, sin incluir el área de la porción marítima. Estas mismas guías fueron rechazadas por Bolivia en diciembre de 1976, tras la negativa de Perú. En el entretiempo habían ocurrido dos rondas de negociaciones entre Chile y Perú sobre el tema.

El 10 de marzo de 1978, un emisario confidencial boliviano sugiere al Ministro de Relaciones Exteriores de Chile explorar la posibilidad de soluciones interinas, como el otorgar autoridad a Bolivia sobre el uso del ferrocarril Arica-La Paz y otorgar autonomía en una franja de tierra a lo largo de la frontera entre Perú y Chile, sin involucrar la transferencia de soberanía, a lo que seguiría un intercambio de territorios en un momento político favorable. El asunto no prosperó.

Ninguna de estas declaraciones, según Chile, no crean o confirman una obligación para negociar y la repetición de la buena voluntad hacia ello, tampoco.

Proceso en La Haya
En cuanto al proceso en La Haya, la Corte procede el 27 de septiembre de 2016 para que ambas presenten sus respectivas respuestas. Para Bolivia, es el 21 de marzo de 2017. Para Chile, el 15 de septiembre de 2017. Los alegatos orales tuvieron lugar entre 19 y 28 de marzo de 2018. La Corte inició sus deliberaciones finales.

El 1 de octubre de 2018 se presentó la sentencia favorable a Chile.

Sede de la Corte Internacional de Justicia en la Haya, Holanda. Foto: Corte Internacional de Justicia

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