– Cuatro Gabinetes de Ministros en nueve meses y se asoma un nuevo cambio de ministros
– La CEP le recuerda a Castillo que debe personificar a todos los peruanos y no a un grupo ni a intereses subalternos

Bandera de la República del Perú. Foto: Conferencia Episcopal Peruana

maquina-de-combate.com – La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) ha emitido un pronunciamiento en el que expresa su gran preocupación por la constante inestabilidad en los nueve meses que tiene el régimen de Pedro Castillo a cargo del aparato estatal peruano, con cuatro Gabinetes de Ministros y próximo a tener un nuevo grupo de ministros, un gobierno al que la CEP considera como falto de liderazgo y carente de horizonte.

A continuación, el pronunciamiento de la CEP:

Conferencia Episcopal Peruana

RESPONSABILIDAD, ESTABILIDAD Y RESPETO POR LA GOBERNABILIDAD EN FAVOR DEL PUEBLO PERUANO

Los Obispos del Perú, con el gozo de haber celebrado la Semana Santa, saludamos a todos los peruanos, deseándoles que la luz, la paz y la vida que nos ha traído Jesús Resucitado, lleguen a sus hogares y a las familias de todos los que conformamos esta gran nación. En ese contexto y, aún en medio de la situación de incertidumbre y dificultades que vive nuestro amado Perú, nos dirigimos al pueblo peruano para manifestar lo siguiente:

1. Desde el año 2016, la crisis política que agobia nuestro país se agravó por la constante inestabilidad, que se genera desde los diversos actores políticos y los grupos de poder. Desde entonces, hemos tenido tres Congresos y cinco Presidentes de la República. A esta crisis política se sumó la crisis sanitaria causada por la Covid-19, que mostró las graves falencias que tiene el país en materia de salud y educación. Del mismo modo se evidenció la fragilidad de nuestro pueblo, trabajador y pujante, pero sumido en la informalidad económica (80%, según expertos) y el desempleo, lo que golpea aún más la precaria economía de miles de nuestros hermanos peruanos.

2. En esta situación, los ciudadanos más pobres y vulnerables son los que sufren con mayor impacto las consecuencias de esta inestabilidad política. Las medidas económicas que se han dado en los últimos días, con la finalidad de generar más empleo y productividad, resultan insuficientes, pues no están focalizadas a contrarrestar el duro impacto económico que estamos viviendo.

3. La Conferencia Episcopal Peruana, conocedora de la realidad que viven los peruanos en todos los rincones del país, hace un llamado urgente a sus líderes políticos para que asuman con mayor responsabilidad la actual coyuntura: deponiendo egoísmos; consensuando las reformas políticas que sean necesarias para sacar adelante el país; y, estableciendo medidas radicales contra la corrupción. El poder debe estar al servicio del pueblo y no al servicio de sus representantes o de aquellos que se arrogan esta condición, más allá de lo que establece nuestro ordenamiento jurídico y social.

4. Nuestra Constitución Política, en su artículo 110 expresa que el Presidente de la República “personifica a la Nación”. Nos representa a todos por igual, no a un grupo, no a intereses subalternos y menos a cuotas político-partidarias, que solo resquebrajan nuestra débil institucionalidad. Su misión es trabajar por el bienestar general del pueblo peruano. Luego de nueve meses del inicio de la actual gestión y cuatro gabinetes de ministros, la ausencia de liderazgo y de un horizonte socio-político y económico resultan muy preocupantes y exigen una inmediata solución.

 

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