– Renuncia en medio de violentos ataques a empresas mineras y agroindustriales

maquina-de-combate.com – No por breve ha dejado de ser una de las peores gestiones en los últimos 20 años en el Ministerio del Interior aquella del ahora exministro Luis Barranzuela Vite, quien ha presentado su renuncia al cargo y le ha sido aceptada.

En el corto plazo que el saliente ministro Luis Barranzuela ha estado a cargo del sector Interior en el régimen de Pedro Castillo, se han fugado del país personajes investigados por el caso “Dinámicos del Centro”, en el que están presuntamente involucrados dirigentes del partido “Perú Libre”, se ha producido un violento paro de cocaleros, personas que se dedican al cultivo ilegal de hoja de coca y poco les interesa si sus cultivos terminan como insumo para el narcotráfico para producir cocaína, la que finalmente envenena el cuerpo y futuro de miles de personas en el Perú y el extranjero.

También se ha producido un muy violento ataque a la empresa minera Apumayo, destrozando todas sus instalaciones en una zona de la región Ayacucho; se han atacado las instalaciones de la minera Antamina en la región Áncash, provocando la paralización de actividades de la empresa y ocasionando una pérdida diaria de aproximadamente 14 millones de dólares; también se ha estado afectando a la empresa minera Las Bambas, siendo éstas dos últimas de las más grandes en el Perú, y la Estación 5 del oleoducto norperuano permanece tomada un mes por pobladores del Datem del Marañón, en el norte del país. La empresa agroindustrial Caña Brava también se ha visto afectada por la violencia.

Por si fuera poco, el régimen que lidera Pedro Castillo nada hace para detener los violentos ataques contra la propiedad privada y empresa privada, colocando en serio riesgo a los trabajadores de las empresas, al personal de seguridad, al personal policial y a las personas que transitan por las zonas afectadas. Desde ya una enfermera ha lamentablemente perdido un ojo en el paro de cocaleros. Por el contrario, la actual premier Mirtha Vásquez en lugar de condenar los ataques ha intentado justificar la violencia producida como un medio válido de protesta social. Mientras tanto, Castillo no ha hecho ni un comentario sobre los actos de violencia que se vienen produciendo en el Perú. El señor Castillo está más preocupado por regalarle el gas peruano a Bolivia que por la seguridad y prosperidad del Perú.

Destrucción en instalaciones de la minera Apumayo. Foto: Coracora TV

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