Recomienda renegociar a acreedores privados y gobierno

maquina-de-combate.com – Un equipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha declarado insostenible la deuda pública de Argentina.

La misión del FMI está liderada por la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack, y por el jefe de Misión para Argentina, Luis Cubeddu. Los analistas han estado revisando en Buenos Aires las cuentas nacionales, los desarrollos macroeconómicos y los planes del gobierno de Argentina, entre el 12 y 19 del presente mes.

De acuerdo al FMI, el Ministerio de Economía de Argentina tiene la intención de restablecer el crecimiento económico, reducir la pobreza y fortalecer los equilibrios fiscal y externo. El camino elegido es el aumento de impuestos par ajustar más al sector formal y no la reducción del ingente gasto público, un rubro en el que analistas locales resaltan que hay bastante por hacer y que se pueden obtener resultados positivos muy rápido.

La mayor recaudación vía aumento de impuestos se canalizará a financiar un mayor gasto social en lugar de incentivar la generación de empleo e inversiones privadas.

El FMI resalta logros (que pueden ser muy temporales) como la estabilización de las reservas internacionales y el peso argentino a través de controles de capital y superávit comercial. Sin embargo, la inflación y las expectativas de inflación (este último muestra la confianza en el desempeño económico nacional) han bajado en los últimos meses y el FMI destaca que se necesita mayor empeño para reducir estos dos componentes aún más.

La misión del FMI en Argentina también destaca la voluntad del gobierno para hallar una solución sostenible y ordenada a su deuda, sin embargo, acto seguido agrega que la capacidad de Argentina para enfrentar el servicio de la deuda pública se ha deteriorado significativamente en comparación con el último análisis realizado por el FMI que se publicó en julio del año pasado.

La conclusión del análisis realizado en 2019 fue que la deuda era sostenible pero con altos riesgos estructurales por los problemas para refinanciar la deuda por el aumento de emisiones de corto plazo, la gran vulnerabilidad de la deuda denominada en moneda extranjera por la volatilidad del tipo de cambio y las grandes necesidades de financiamiento externo, ésta última una variable que el FMI señala como predictor de crisis nacionales.

Desde julio de 2019 el peso argentino se ha depreciado más de 40%, el riesgo soberano ha aumento alrededor de 1100 puntos básicos, las reservas internacionales han disminuido en cerca de 20 000 millones de dólares y la contracción del PBI ha sido mayor a las proyecciones.

La deuda pública ha aumentado a cerca del 90% del PBI hacia fines de 2019, 13% más de lo registrado en la última revisión del FMI. El gobierno ha tomado medidas para evitar la fuga de capitales y extender el vencimiento de ciertas deudas, aunque el FMI no menciona que la mejor medida para evitar la fuga de capitales y por el contrario atraer inversiones es generar un clima de negocios donde el inversionista privado pueda generar ganancias y éstas no sean confiscadas vía impuestos.

Además, el FMI señala que el gobierno ha tenido que recurrir al Banco Central para financiar parte del déficit fiscal, es decir, la maquinita, emisión inorgánica de circulante.

En base al análisis de las cuentas nacionales y planes en curso, el FMI ha concluido que la deuda de Argentina no es sostenible y recomienda una contribución apreciable de los acreedores privados para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda, es decir, sentarse a conversar para reestructurar o incluso implementar alguna condonación que le permita al gobierno respirar y hacer caja.

Con información del Fondo Monetario Internacional