Plan de Seguridad, más no Defensa

maquina-de-combate.com – Han transcurrido tres años con la administración de la Plancha Presidencial de Peruanos por el Kambio a cargo del Poder Ejecutivo y es tiempo nuevamente de hacer un balance entre las propuestas del Plan de Gobierno y lo implementado a la fecha en el sector Defensa.

En enero de 2019, hicimos un balance en el que consideramos probable que la demora en la implementación de proyectos para el sector Defensa se deba a un período de maduración, de manera similar a lo ocurrido en el quinquenio anterior (2011-2016). Es menester señalar que un programa de modernización de las Fuerzas Armadas requiere asimismo de continuidad, seguir desarrollando proyectos en marcha y mejorar aquellos en fase de diseño. No hay peor daño que se le pueda hacer a un sector que intentar refundarlo cada cinco años. En el presente artículo le tomamos la posta a dicha evaluación. 

Fortalecimiento de la Defensa Nacional – Página 247 del Plan de Gobierno de Peruanos por el Kambio
Como primer punto, el capítulo de la Defensa Nacional del Plan de Gobierno de Peruanos Por el Kambio empieza afirmando que el fortalecimiento institucional de las Fuerzas Armadas del Perú requiere de una nueva definición de objetivos y políticas rectoras, las que se plasmarían en un nuevo Libro Blanco para la Defensa. El actual Libro Blanco data de 2005.

Al 29 de julio de 2019, tres años dentro de la administración estatal de Peruanos Por el Kambio, el Perú no tiene publicado un nuevo Libro Blanco para la Defensa. El documento deberá estar listo este año, habida cuenta que se encuentra en revisión final, una labor a cargo de un grupo de trabajo del Ministerio de Defensa.

Según el Plan de Gobierno, el Libro Blanco servirá para tomar medidas de reorientación, modernización, clarificación de objetivos y redefinición de metas y plazos. También serviría para el desarrollo de una nueva doctrina operacional. La única redefinición importante a la fecha es la reorientación de las Fuerzas Armadas hacia el soporte a la población civil tras algún eventual desastre natural, en desmedro de su rol fundamental.

Sin embargo, a fines de julio de 2019 es evidente que no solamente se trata de una reorientación sino de una completa redefinición del rol fundamental de las Fuerzas Armadas del Perú, el cual, ha sido, es y siempre será el resguardo de la soberanía e integridad territorial. En la práctica, hoy por hoy se busca convertir a las Fuerzas Armadas en un anexo del Instituto Nacional de Defensa Civil, Indeci, lo cual es innecesario, toda vez que parte de los roles militares, desde hace décadas incluyen el auxilio a la población civil en casos de emergencias como por ejemplo, los desastres naturales de gran magnitud. Resulta que entre la crisis económica de los 1980s y 1990s y el abandono posterior a las Fuerzas Armadas, la operatividad de los equipos militares andaba por los suelos. Tal situación se empezó a revertir desde la administración 2006-2011 y con mayor dinamismo en 2011-2016.

Uno de cinco camiones lanza puentes, donados por el gobierno de China. Las donaciones, ante la ausencia de compras propias, se viene convirtiendo en un rubro relevante de equipamiento militar. Foto: Peter Watson / maquina-de-combate.com

En ese contexto desde el gobierno anterior se han venido creado unidades especializadas, unidades de reacción rápida o multipropósito en los institutos militares. Se han adquirido algunos equipos para tales fines y también se han recibido donaciones de otros países.

No obstante, cabe anotar que a raíz del conflicto en Afganistán, varias Fuerzas Armadas de países miembros de la OTAN pusieron en práctica un giro en su estructura organizacional hacia la guerra asimétrica y reperfilaron en consecuencia sus adquisiciones hacia dicho segmento. Ante la contundente evidencia de que habían descuidado sus capacidades básicas, esa reorientación se viene revirtiendo y se procura vender a terceros países equipos considerados ahora excedentes.

Otro lineamiento estratégico es la lucha contra el terrorismo, narcotráfico y las actividades extractivas ilegales. No se conoce el destino de dos radares que estaban en reparaciones en Serbia y no se tienen nuevas sobre la compra de dos nuevos radares de largo alcance. El requerimiento de radares es de entre diez y 12 unidades.

El Ministerio de Defensa del Perú se ha planteado la meta de pacificar el VRAEM hacia el año 2021 y avanza hacia ese objetivo.

La falta de radares dificulta el inicio del programa de interceptaciones aéreas de avionetas del narcotráfico. Hoy, durante la Parada Militar 2019 pudimos conversar extraoficialmente con pilotos de los aviones KT-1P y nos confirmaron que no necesitan computadoras de tiro para – en caso necesario – derribar avionetas dedicadas al tráfico aéreo de drogas. El argumento de que la tardanza en la entrega de dicho componente evitaba la implementación de las interceptaciones queda confirmado como absurdo.

Entre objetivos y metas se señala que el principal objetivo de mediano plazo es contar con unas FFAA profesionales, ello está en proceso, y además ha quedado evidenciado en el último año y medio que las FFAA están sujetas al orden democrático.

El Perú cambió de presidente entre febrero y marzo del año pasado y lo hizo de manera ordenada. Se siguen destapando escándalos de corrupción generados por las constructoras brasileras – con el respaldo, no de dos sino de tres administraciones estatales de Brasil, dicho sea de paso – y las Fuerzas Armadas del Perú han mostrado su firme respaldo a la democracia y a la Constitución Política del Perú.

En cuanto a acciones estratégicas se pensaba establecer una comisión para evaluar posibles irregularidades en los procesos de ascensos y pases a retiro. Ello se cumplió y la comisión presentó su informe sobre la materia. Algunos oficiales policiales y militares han conseguido su reincorporación a sus respectivas instituciones.

Asimismo, se puso como meta integrar los bonos no pensionables del personal militar al sueldo básico. Ello lo realizó el Congreso Nacional de la República, pero se hizo.

También se planteó adecuar la educación militar a la nueva doctrina establecida en el nuevo Libro Blanco para la Defensa, el cual aún no ha sido publicado. Ello no implica que la educación militar no esté en proceso de cambio, que de hecho lo está, desde el gobierno anterior.

Otra acción estratégica del Plan de Gobierno es asegurar la capacidad disuasiva de las Fuerzas Armadas frente a la amenazas externas a la seguridad nacional. En este punto, a la fecha, se ha brindado continuidad a los programas de la Marina de Guerra del Perú para la construcción del segundo Buque Multipropósito, la tercera dupla de patrulleras marítimas PGCP-50 y este año se habría de adquirir la tercera dupla de aviones de transporte mediano C-27J Spartan. No son puntos menores y el haber continuado proyectos en marcha en el sector Defensa es de hecho el gran acierto de la actual administración estatal. Sin embargo, los repetidos anuncios sobre la compra de aviones Spartan, Hércules, helicópteros Mi-171SH-P y helicópteros SAR se vienen quedando como eso, anuncios.

En enero de este año afirmábamos “en aras de la imparcialidad, que el ex presidente Pedro Pablo Kuczynski, empezó a mostrar su disposición a apoyar la modernización de las Fuerzas Armadas en diciembre de 2017. Lamentablemente, para el programa de modernización militar, en marzo siguiente dejaba su cargo a Martín Vizcarra, quien ha requerido de varios meses para tomarle el pulso a la Presidencia de la República. Como nos ha indicado un lector, es probable que ahora con un presidente Vizcarra empoderado en el puesto, con meses en el cargo, ya tenga la suficiente espalda para brindarle mayor dinamismo a la modernización de los institutos militares”.

A la fecha, 29 de julio de 2019, es evidente que el sector Defensa no es prioridad para la actual administración estatal, a pesar de que la Constitución Política de 1993 así lo indica y que el supuesto tiempo de maduración de proyectos no ha sido tal sino simplemente tiempo perdido, desinterés o profundo desconocimiento sobre la materia. Durante Sitdef 2019, se hicieron algunos anuncios que despertaron optimismo, pero a la fecha no se han realizado adquisiciones relevantes.

La acción estratégica de fortalecimiento de la capacidad disuasiva de las FFAA en el Plan de Gobierno dice también “dotándola de una flota moderna de aviones y helicópteros de combate”, de ello nada, “una apropiada defensa aérea”, nada, “una flota de submarinos repotenciada”, el programa de modernización de cuatro submarinos U209-1200 está en proceso y su financiamiento estaba programado desde el gobierno anterior y acertadamente ha recibido el apoyo de la actual administración, bien ahí. Aunque no se sabe que respaldo tendrá la Marina cuando se decida a comprar dos nuevos submarinos en reemplazo de igual cantidad de submarinos U209-1100, los cuales se deben ir a la baja en 2023.

Tampoco se sabe a ciencia cierta si se habilitarán los fondos para iniciar la modernización del segundo submarino U209/1200, toda vez que el gasto público se viene incrementando de manera notable en el rubro de gastos corrientes, asesorías innecesarias, demasiados Ministerios y su planilla asociada, también excesiva, y a la par se vienen desincentivando las inversiones en sectores tan vitales como la minería y la agroindustria.

También indica la acción estratégica que se debe dotar a las FFAA de “una fuerza blindada y mecanizada de última generación” y este año se espera adquirir un primer lote de blindados 8×8 para el Ejército. A la fecha no se ha comprado un solo blindado 8×8 y se gestiona la compra de un puñado de blindados 4×4, que se supone será un pequeño lote inicia de lo que eventualmente será un lote mayor – de varias decenas – para desplegarlo en el VRAEM.

El programa PIASS (Plataforma Itinerante de Acción Social con Sostenibilidad) sigue su curso con el apoyo del gobierno, y se están implementando PIASS Aéreas y Terrestres. Bien ahí.

Sobre “fortalecer la presencia de la ingeniería militar en la construcción de carreteras, puentes, aeropuertos y puertos en las zonas de fronteras o alejadas”, donde SIMA Perú tiene destacada participación en la construcción de puentes, con el apoyo de la actual administración. Si se debería fortalecer la capacidad del Ejército para construir carreteras en zonas alejadas. Se requiere más apoyo en este punto.

Otra acción estratégica del Plan de Gobierno de Peruanos Por el Kambio es fortalecer la capacidad de control y vigilancia del territorio nacional, donde se planteaba la compra de un avión de control y vigilancia aérea AEW&C (dice AWACS pero debe ser AEW&C). De ello nada.

Un avión AEW&C sería un gran punto a favor pero se deben adquirir más unidades para compensar los tiempos de mantenimiento rutinario de las aeronaves. En el mercado existen diversas alternativas AEW&C como para organizar un proceso de pruebas en espacio aéreo peruano y evaluar apropiadamente el comportamiento de cada sistema. Para que ello ocurra se necesita primero la decisión y luego habilitar presupuesto.

Esta será la última comparación del Plan de Gobierno de Peruanos Por el Kambio con los actuados por la administración estatal actual, habida cuenta que dicho grupo político ha dejado de existir y resulta evidente que la administración estatal actual – custodio temporal del brazo ejecutivo del gobierno peruano – no toma en cuenta las propuestas de dicho documento y más bien viene implementado un plan de seguridad desconexo, inorgánico y no un plan de defensa integral.

Un grupo de blindados BRDM2 del Ejército del Perú. Sin misiles anti-tanque. Foto: Peter Watson / maquina-de-combate.com

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