Perú – Día 00395: Ante intempestivo cambio de la cúpula policial, es urgente brindarle la autonomía necesaria a las Fuerzas Armadas del Perú y Policía Nacional del Perú

– Si el ministro del Interior no renuncia, debe ser interpelado y censurado


maquina-de-combate.com – El ocupante de la Presidencia de la República, Pedro Castillo, ha cambiado a la cúpula de la Policía Nacional del Perú (PNP) luego de solicitar una sanción al Coronel PNP Harvey Colchado por acatar el mandato judicial que le requería intervenir Palacio de Gobierno para hallar a la cuñada de Castillo, un personaje más del entorno presidencial que es requerido por la justicia peruana por presuntas actividades de corrupción.

Ante esta nueva grosera interferencia en la jerarquía policial, situación que se viene repitiendo desde el inicio de la estancia de Castillo en la Presidencia de la República, irregularidad que también se ha producido en las Fuerzas Armadas del Perú, es necesario, primero, que el Congreso de la República interpele y censure al ministro del Interior, Willy Huerta. Si se llega a pedir cuestión de confianza ante tal hecho, no se debe aceptar porque la modificación de la cúpula policial, en este caso, no responde a una política general de gobierno en beneficio de la Nación sino a agendas particulares.

Segundo, el Congreso de la República debe iniciar una modificación a la Constitución Política del Perú para retirarle el cargo de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas del Perú y Policía Nacional del Perú al Presidente de la República, y convertirlas en organismos autónomos del Estado, que no dependan funcionalmente ni de la Presidencia de la República ni del Congreso de la República, de manera similar al Ministerio Público. En paralelo, se debe reforzar la relación de las Fuerzas Armadas y Policía con la Contraloría General de la República, al Ministerio Público (fortaleciendo las Unidades de Asesoría Jurídica de cada instituto) y a la Constitución. Los ministros de Defensa e Interior deben ser los nexos de las Fuerzas Armadas y Policía con el Poder Ejecutivo y el Congreso, así como meros administradores del presupuesto de sus respectivos sectores en función a los objetivos planteados en el Libro Blanco de la Defensa y planes estratégicos de las respectivas instituciones. 

Es inaceptable la interferencia repetida del Poder Ejecutivo en la estructura y jerarquía militar y policial en el Perú. No es aceptable que se pasen a retiro a oficiales de estos institutos por el capricho del gobernante de turno, la carrera militar y policial no son cargos de confianza.

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