Más de 200 muertos en Estados Unidos por el huracán Helena y un presidente ausente en medio de la emergencia

– La vicepresidente Kamala Harris prioriza su campaña presidencial en lugar de asumir el liderazgo de la campaña de asistencia humanitaria a la población afectada por el desastre natural.
– La defensa civil de Estados Unidos, FEMA, se está quedando sin presupuesto.

Imagen en el portal de FEMA sobre la respuesta al huracán Helena. Foto: FEMA

maquina-de-combate.com – Tal vez más comprensible, no menos lamentable, sería si se estuviese analizando los efectos de un desastre natural en un país del tercer mundo y no en Estados Unidos, un país con Fuerzas Armadas muy pero muy bien equipadas, donde el paso del huracán Helena ha dejado hasta el momento más de 200 personas muertas en varios Estados del este del país norteamericano sin que el gobierno de turno atine a desplegar una adecuada campaña de auxilio humanitario a la población que viene sufriendo los estragos del fenómeno natural.

Pueblos enteros han sido diezmados bajo las aguas y lodazales, en sucesos similares a los vistos años atrás por ejemplo en Perú, pero incluso en este país sudamericano las Fuerzas Armadas implementaron una pronta campaña de respuesta con sus limitados recursos para hacer lo mejor posible para brindar auxilio a la población que había experimentado intensas lluvias producto del fenómeno El Niño.

En Estados Unidos, a pesar del tremendo equipamiento que tienen sus Fuerzas Armadas y Guardia Nacional no se han difundido en la prensa local y redes sociales los esperados grandes despliegues de helicópteros y aviones de transporte militares, vehículos anfibios, vehículos blindados con capacidades todo terreno para ir en búsqueda de personas aisladas o en peligro, o por último para ir a recuperar los cuerpos de aquellos que no lograron soportar el impacto de las aguas, viento, lodo y los materiales que acarrean los deslizamientos. Los helicópteros son fundamentales en estas situaciones y deberían haber sido desplegados en gran cantidad y de manera oportuna, a menudo la ventana de oportunidad para salvar muchas vidas es cuestión de horas. 

En el Estado de Carolina del Norte se ubican varias bases militares, incluyendo al Fort Liberty (ex Fort Bragg) donde prestan servicio miles de soldados. ¿ Han sido desplegados estos soldados dentro de ese Estado para apoyar en la emergencia ? No se han apreciado reportes al respecto. Por lo pronto, lo que más abundan son reportes sobre esfuerzos de la propia población para ayudarse entre ellos, y reportes aislados sobre supuesta interferencia de la defensa civil estadounidense FEMA (Federal Emergency Management Agency) a los esfuerzos de privados para socorrer a las personas necesitadas.

Preguntado por reporteros el presidente Joseph Biden sobre la necesidades de los Estados de Florida, Georgia, Carolina del Norte y Tennessee tras el paso del huracán Helena, respondió a la letra: “Oh, la zona de la tormenta. No sabía de qué tormenta hablaba usted. Ellos están recibiendo todo lo que necesitan, de hecho, están muy felices en todo sentido”. Y como es ya costumbre de la administración Biden/Harris hace referencia al Congreso, en esta oportunidad sobre la necesidad de solicitar más presupuesto al Congreso para atender la emergencia, cuando su propio secretario de Seguridad Interior (Homeland Security), Alejandro Mayorkas, ha revelado que FEMA no tiene los fondos necesarios para otros probables huracanes en las siguientes semanas, cuando las correspondientes asignaciones presupuestales las realizó el Congreso meses atrás. Lo correcto era sacar del cargo a Mayorkas y con ese acto bajo el brazo, pedirle presupuesto adicional al Parlamento. Cabe indicar que a diferencia de otros países, el Congreso de Estados Unidos sí tiene iniciativa de gasto, la ejecución del mismo le corresponde a la Casa Blanca, en una relación de doble vía, pesos y contrapesos.

Por su parte, la actual vicepresidente Kamala Harris, ha priorizado su campaña electoral en lugar de tomar las riendas de la campaña de respuesta ante el desastre natural. Lo curioso, hablando fríamente, es que no hubiera tenido mejor acto que la ubique como material presidenciable que dirigir el auxilio a los ciudadanos de los Estados afectados, pero no, de manera similar a lo que ha ocurrido en la frontera sur con el ingreso masivo de inmigrantes ilegales, más ha realizado Harris lo que parece ser una breve visita a la zona, y ya, ya está.

Ante un presidente cuya salud mental no está bien, aparentemente sufre de demencia senil, el señor Biden debería pasar más tiempo del que ya pasa en la playa y le correspondía a la vicepresidente Harris asumir por lo menos el liderazgo del desastre humanitario provocado por el huracán Helena, que viene siendo comparado a los efectos del huracán Katrina en las costas del Estado de Louisiana en el año 2005. Mínimo, Harris debería de haber pedido la renuncia del secretario de Homeland Security, Mayorkas, por un tema de manifiesta incapacidad, pero nada.

El presidente ausente en su mundo personal y la vicepresidente en campaña electoral, cabe preguntar ¿ Quién o quiénes están gobernando en Estados Unidos ?

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