Reino Unido evalúa opción de retirar sus tanques Challenger 2 por completo

– Y sus vehículos de combate de infantería a orugas Warrior
– Juego de escenarios y alternativas

maquina-de-combate.com – El Ministerio de Defensa del Reino Unido analiza las ventajas y desventajas de retirar por completo su flota de 227 tanques rectores de combate Challenger 2 y 388 vehículos de combate de infantería Warrior como una alternativa en la reorientación de sus capacidades para mejor enfrentar las amenazas actuales y futuras.

Tal es la revelación de un artículo publicado por el diario británico The Times que ha tenido eco en reconocidos analistas de la rubia albión. Es necesario enfatizar que el análisis de la posibilidad de deshacerse de los vehículos blindados a orugas del Ejército del Reino Unido no implica que se vaya a llevar a cabo sino más bien un juego de escenarios para definir la postura de defensa del instituto armado y del sector Defensa en general.

Desde hace años, un sector de especialistas anuncian el ocaso del tanque rector de combate ante el advenimiento de nuevas tecnologías y año tras año el blindado se reconfigura y adapta para cumplir mejor su tarea principal, dominar la superficie del campo de batalla, ganar la guerra psicológica (la imponente presencia de los tanques es un factor psicológico a favor muy fuerte. Se dice que uno de los sonidos más temibles en el campo de batalla es el de una columna de tanques acercándose) y el liderazgo de la guerra de movimientos y penetración de posiciones enemigas.

El tanque y el vehículo de combate de infantería siempre ha de tener un lugar en un ejército moderno, siempre y cuando haya presupuesto, le acompañe la tecnología y otros sistemas de armas le cubran los flancos. El potencial de un tanque para decidir un desenlace no debe ser subestimada. En compañía de unidades de infantería montada, blindados de defensa antiaérea y apoyo aéreo, en tropa bien entrenada, son sin duda un arma decisiva.

El Cuerpo de Infantería Naval de Estados Unidos (Marines), por ejemplo, es objeto de controversia por sus planes para eventualmente retirar sus tanques M1 Abrams y concentrarse en vehículos blindados a ruedas, más ligeros, de mayor movilidad y más sencillos – y más económicos – de desplegar hacia zonas remotas del globo.

Entonces, si esto es así, por qué en el Reino Unido evalúan deshacerse nada menos que del Challenger 2, uno de los mejores tanques del mundo. Un primer punto, el costo del proyecto de modernización parece que se les escapa de las manos, y últimamente se viene reduciendo el número de tanques a modernizar a la luz de los costos. La reciente presentación de un prototipo del Challenger 2 con nueva torreta y cañón de 130 mm, por parte de Rheinmetall Defense no ha hecho sino las delicias de analistas y entusiastas en general, resaltando además que alternativas hay para mantener vigente a tan decisivo sistema de armas.

Desde hace meses se discute en el Reino Unido los niveles de gastos que el sector afronta para sostener las capacidades que requiere para mantener presencia, disuasión y capacidad de proyección. Incluso se ha cuestionado la viabilidad de mantener en servicio a los dos portaviones Clase Queen Elizabeth de la Armada. Hoy parece ser el turno de los blindados a orugas del Ejército.

Como hemos sostenido en repetidas oportunidades en maquina-de-combate.com, las misiones tradicionales de los institutos armados no deben ser descuidadas para favorecer nuevas tendencias de equipamiento, nuevas tecnologías o teatros operacionales emergentes que pueden ser coyunturales y elementos distractores de presupuesto. Abrazar las nuevas tecnologías no debe significar un divorcio de las capacidades tradicionales sino más bien la integración de ambas. Los nuevos escenarios no lo serán tanto dentro de unos años, en los que las capacidades tradicionales se harán extrañar. Un contrincante asimétrico dejará de serlo en cuanto nivele sus capacidades a las propias.

Aunque el tema de fondo siempre habrá de regresar al presupuesto. Es por ello tan importante contar con un aparato estatal pequeño, eficiente, promotor de inversiones, generador de un clima de negocios que permita la especialización del Estado en unos cuantos sectores, para poder así invertir en ellos los recursos obtenidos de las contribuciones vía impuestos.

Es tal vez por allí donde el Ministerio de Defensa del Reino Unido esté fallando, al no hacer un uso eficiente de los recursos a su alcance, corriendo el riesgo de que las excelentes propuestas para modernizar al Challenger 2 terminen siendo abortadas al no hallar recursos para financiarlas. Un Ejército que no quiera convertirse en una fuerza de seguridad siempre habrá de requerir tanques y vehículos de combate.

Sería paradójico que el país donde se tuvo la genial idea de convertir a un tanque de agua en un blindado de combate al agregarle orugas y armas se quede alrededor de un siglo después sin tanques.

Tanque Challenger 2 en desplazamiento a velocidad. Foto: BAE Systems

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