Reporte 2023 del Departamento de Defensa de EEUU sobre la potencia militar de las FFAA de China – Parte 1

– Extracto del reporte entregado al Congreso de EEUU.

Portaviones CV-18 Fujian, en abril de 2023. Foto: Ministerio de Defensa de China

maquina-de-combate.com – La Estrategia de Seguridad Nacional 2022 de Estados Unidos define a China como el único competidor con la intención y la creciente capacidad para reconfigurar el orden internacional y en consecuencia en la Estrategia de Defensa Nacional 2022 se le identifica como un reto prioritario para el Departamento de Defensa.

A lo largo de 2022, las Fuerzas Armadas de China han adoptado una postura cada vez más coercitiva en la región Asia-Pacífico, a la par que desarrolla capacidades y conceptos para fortalecer su habilidad para luchar y ganar guerras contra un enemigo fuerte, contrarrestar la intervención de una tercera parte en un conflicto en la periferia, y para proyectar poder a nivel global.

En marzo de 2023, el presidente chino Xi Jinping sostuvo ante delegados de la Conferencia Consultativa de China que los países occidentales liderados por Estados Unidos han implementado una comprensiva estrategia de contención, encapsulamiento y supresión contra China, generando retos severos para su país.

A finales de 2022, China desplegó una campaña diplomática hacia países europeos para contrarrestar años de una diplomacía de «lobo guerrero» y el aislamiento al que se sometió China durante la pandemia (Nota de edición: Luego de que se originará en dicho país y tras permitir que una cantidad no especificado de chinos viajarán al exterior, mientras que a la par restringían los vuelos locales).

La invasión rusa a Ucrania ha representado un reto inesperado para China e intenta reaccionar al mayor conflicto militar en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, balanceando su asociación estratégica con Rusia y el daño a su reputación y costos económicos que puedan resultar de una asistencia abierta a Rusia.

China intenta desarrollar una estrategia de fusión de su sector Defensa con su sector civil, comercial en una estrategia nacional integrada para sus goles de rejuvenecimiento nacional en las próximas décadas. Incluye el desarrollo y adquisición de tecnologías de uso dual para propósitos militares y profundizar las reformas de las industrias de la defensa, ciencia y tecnología.

El objetivo principal es tener unas Fuerzas Armadas de clase mundial para finales de 2049 como elemento esencial de su estrategia de rejuvenecimiento nacional hacia un «gran país socialista moderno».

En 2022, las FFAA de China continuaron discutiendo sobre un nuevo concepto operacional base al que denominan «Guerra Multidominio de Precisión» que busca apalancamiento en una red C4ISR que integra avances en Big Data e inteligencia artificial para identificar rápidamente vulnerabilidades clave en el sistema operacional de Estados Unidos y luego combinar fuerzas conjuntas entre los dominios para lanzar ataques de precisión contra aquellas vulnerabilidades.

El Ejército de China continúa modernizando sus equipos y se concentra en entrenamientos de armas combinadas y conjuntas para alcanzar sus objetivos sobre institutos armados de categoría mundial. En respuesta a una visita de una delegación de congresistas estadounidenses a Taiwán, se realizó una demostración de nuevas capacidades de artillería a larga distancia. El Ejército continúa incorporando reclutas dos veces al año. Los efectos de dicha estrategia a largo plazo no son claros.

La Armada de China es numericamente la Armada más grande del mundo con una fuerza de batalla de más de 370 buques y submarinos, incluyendo más de 140 buques de superficie mayores. Está compuesta mayormente por modernos navíos multimisión y submarinos. En 2022, botó su tercer portaviones, el CV-18 Fujian, y su tercer buque de asalto anfibio Clase Yushen (Tipo LHA). En el corto plazo, la Armada tendrá la habilidad de conducir ataques de precisión a largas distancias contra objetivos en tierra desde sus submarinos y buques de superficie, utilizando misiles crucero de ataque a tierra, fortaleciendo notablemente su capacidad de proyección de poder.

La Fuerza Aérea de China y la Aviación Naval de China, juntas constituyen la fuerza de aviación más grande de la región Asia-Pacífico. La Fuerza Aérea está alcanzando rápidamente a sus contrapartes occidentales y continúa su modernización mediante la incorporación de aeronaves construidas a nivel local y una amplia variedad de sistemas aéreos no tripulados. En octubre de 2019, la Fuerza Aérea marcó el retorno del componente aéreo de su triada nuclear luego que develará públicamente su bombardero H-6N, el primero con capacidad nuclear que puede ser reabastecido de combustible en el aire.

La Fuerza de Cohetes de China avanza en sus planes de modernización a largo plazo para mejorar sus capacidades de disuasión estratégica. Desarrolla nuevos misiles balísticos intercontinentales que mejorarán significativamente su inventario de misiles con capacidad nuclear y requerirá de una producción incrementada de cabezas de guerra nucleares, parcialmente debido a la introducción de capacidades MIRV (Multiple Independentily Reentry Vehicle).

Asimismo, China puede esta explorando el desarrollo de misiles de alcance intercontinental armados con cabezas de guerra convencionales que le permitirían amenazar con ataques convencionales sobre objetivos en el territorio continental de Estados Unidos, Hawái y Alaska.

La Fuerza de Soporte Logístico Conjunto concentra sus esfuerzos en la mejora de eficiencias logísticas a nivel estratégico conjunto y a nivel campaña a través de entrenamientos y la integración de bienes y servicios civiles. Utiliza métodos de transporte multimodal para facilitar el traslado de las fuerzas militares y equipos de entrenamiento.

Las Fuerzas Especiales de China carecen de experiencia real de combate, no tienen alcance nacional para supervisar todas las actividades de sus diferente sunidades y a pesar del énfasis en entrenamientos conjuntos, los comandantes de teatro de operaciones no tienen autoridad sobre unidades de policía militar, tornando complicando su incorporación en los ejercicios militares conjuntos.

Entre las estrategias que China pretende desplegar para contrarrestar la presentacia militar de EEUU en las regiones del Mar del Sur y Este de China, destacan capacidades de ataque de precisión a largo alcance, considerada una capacidad crítica que no es solamente un multiplicador de fuerzas sino un medio de «control de guerra» para prevenir un escalamiento; un sistema de defensa antiaérea integrado, donde China tiene una robusta y redundante arquitectura sobre grandas masas de terreno y hasta 300 millas náuticas (556 kilómetros) de su línea de costa, disponiendo de una extensa red de radares de alerta temprana, aviones caza y variedad de sistemas antoiaéreos de corto alcance. También ha desplegado radares y armas de defensa antiaérea en puestos en el Mar del Sur de China, extendiendo aún más el alcance de sus armas.

El armamento hipersónico es también considerado crítico, y China está desarrollando el misil balístico de mediano alcance DF-17 que continúa transformando su fuerza de misiles y que probablemente reemplazará algunos antiguos misiles balísticos de corto alcance, con el objetivo de enganchar bases militares y flotas en el Pacífico Occidental.

Una de las prioridades en caso de conflicto son las operaciones de recolección de información, datos, y lograr superioridad en ese rubro temprano en el conflicto. En esa línea, las FFAA de China realizan ejercicios para mejorar capacidades.

Asimismo, China busca desarrollar capacidades de combate de siguiente generación en base a una visión sobre lo que serán los conflcitos en el futuro, todo ello bajo lo que denominan «guerra inteligente» con un uso expandido de inteligencia artificial y otras tecnologías avanzadas en cada nivel de la guerra, incluyendo el ciberespacio, el espacio para negar acceso a adversario a los datos provenientes de satélites en órbita, láser de alta intensidad, misiles cinéticos, entre otros.

En 2022, China continuó una rápida expansión de su armamento nuclear y según estimaciones del Departamento de Defensa de EEUU, tienen más de 500 cabezas de guerra nucleares operativas a mayo de 2023 y para 2030 se proyecta que China tendrá unas 1000 cabezas de guerra nucleares operativas, creciendo en número hasta por lo menos 2035.

China ha completado, probablemente, la construcción de tres nuevos campos de silos para misiles intercontinentales en 2022, totalizando por lo menos 300 nuevos silos para un nuevo misil con propelente de estado sólido cada uno y ya algunos están ocupados. En cuanto a misiles intercontinentales con propelente de estado líquido se están desplegando misiles DF-5C con cabeza de guerra de varios megatones. En sus submarinos Clase Jin, China está desplegando los misiles balísticos de mayor alcance JL-3 con alcance para impactar Estados Unidos desde las aguas litorales de China.

China busca expandir su infraestructura logística y bases alrededor del mundo para sostener las capacidades de proyección de poder a mayores distancias. Además de la base de soporte en Djibouti, se considera instalaciones logísticas adicionales en soporte de fuerzas navales, aéreas y terrestres. En junio de 2022, se confirmó que China tendría acceso a partes de Base Naval Ream en Camboya, y probablemente se consideran instalaciones en Burma, Tailandia, Indonesia, pakistán, Sri Lanka, Emiratos Árabes Unidos, Kenia, Guinea Ecuatorial, islas Seychelles, Tanzania, +Angola, Nigeria, Namibia, Mozambique, Bangladesh, Papua Nueva Guinea, islas Solomón y Tayikistán.

Desde ya, China opera estaciones de rastreo, telemetría y comando en Namibia, Pakistán, Argentina y Kenia.

En lo que se refiere a su industria de la defensa, China intenta que sea completamente independiente a largo plazo, fusionada con la industria civil local para satisfacer sus requerimientos militares. En 2022, China anunció que el presupuesto de Defensa se incrementará 7.1%, siguiendo con la tendencia de 20 años de incrementos y sosteniendo su posición como el segundo país que más gasta/invierte en sus fuerzas armadas.

China está desarrollando misiles aire-aire de alcance más allá del horizonte, explora capacidades para misiles para que mejoren la selección de objetivos y hacer sus misiles más resistentes a contramedidas. En 2022, botó su primer portaviones construido en astilleros locales, el cual integra catapultas electromagnéticas para el despegue asistido de aviones. Este portaviones embarcará hasta 70 aviones, incluyendo cazas J-15 y helicópteros de guerra antisubmarina Z-9C.

Para 2027, China busca acelerar la integración de mecanización, informatización e inteligentización de sus institutos armados, así como acelerar la modernización de sus teorías militares, organizaciones, personal, armas y equipos. Para 2035, avanzar contundentemente la modernización de la teoría militar, la estructura organizacional, la formación de personal militar, modernización de armas y equipos militares y básicamente completar la modernización de la defensa nacional. Para 2049, transformar completamente las Fuerzas Armadas de China a unas fuerzas de clase mundial.

El Ejército de China es el más grande del mundo en cuanto a personal se refiere. Tiene 2.18 millones de personas en servicio activo, 1.17 millones en reserva y 660 mil personas como personal paramilitar, totalizando unos 4 millones de personas. Para cortar grasa, se ha venido reduciendo personal en los últimos 30 años pero aún en 2022 supera en un millón de personas a los otros institutos armados chinos. Tanto la Armada y Fuerza Aérea han venido incrementando su personal desde 2015. A 2022, el Cuerpo de Infantería Naval (Marines) ha crecido de dos a seis brigadas de Armas Combinadas suplementadas con unidades de aviación naval y fuerzas especiales.

La Armada de China comisionó a finales de 2022 su octavo crucero clase Renhai, un destructor misilero clase Luyang III, una fragata misilera clase Jiangkai II y ha empezado la construcción de la nueva clase de fragatas misileras Jiangkai III. También ha comisionado su tercer buque de asalto anfibio clase Yushen y habría empezado la construcción de la cuarta unidad. También en 2022, botó su tercer portaviones CV-18 Fujiam (primero de construcción local).

La Armada continúa con la construcción de nuevos buques de aprovisionamiento rápido en alta mar como el Fuyu y plataformas especializadas para la recolección de inteligencia y buques de vigilancia oceánica. Su orden de batalla habrá de crecer hasta 395 buques para 2025 y 435 buques para 2030, incluyendo submarinos. Actualmente opera seis submarinos que porta misiles balísticos nucleares, seis submarinos de ataque de propulsión nuclear y 48 submarinos de propulsión convencional suplementada, algunos con sistema AIP. Para 2024, la Fuerza de Submarinos alineará 65 sumergibles y 80 unidades para 2035.

Entre mediados de los años noventa y la década de 2000, la Armada de China adquirió 12 submarinos Clase Kilo de origen ruso, ocho de los cuales pueden lanzar misiles antibuque. Los astilleros chinos han entregado 13 submarinos Clase Song y 21 submarinos Clase Yuan de propulsióndiésel-eléctrica con AIP. Se espera que construyan otros 25 submarinos Clase Yuan para 2025. A finales de 2021 se retiraron los dos primeros submarinos Clase Kilo, sin capacidad para misiles antibuque, que fueron comprados a Rusia en los noventa.

En los últimos 15 años, astilleros chinos han construido 12 submarinos de propulsión nuclear. Dos Clase Shang I (Tipo 093), cuatro Clase Shang II (Tipo 093A) y seis clase Jin (Tipo 094). Están equipados con misiles balísticos CSS-N-14 o CSS-N-20. Estados Unidos considera a los submarinos Clase Jin como los primeros en representar elementos de verdadera disuasión nuclear. Cada submarino Jin porta 12 misiles balísticos. Las siguiente generación Tipo 096 tendrán misiles balísticos de mayor alcance, su construcción ha de empezar en el futuro cercano.

Destructor DDG-105 Dailian, en abril 2023. Destructor Tipo 055. Foto: Ministerio de Defensa de China

Los dos submarinos Clase Shang II fueron botados entre mayo de 2022 y enero de 2023, y puede tener otros tres submarinos de ese tipo en servicio activo para 2025.

En cuanto a buques de superficie, a finales de 2022, los astilleros construían un portaviones, un nuevo lote de cruceros, destructores y fragatas, incluyendo las nuevas fragatas Clase Jiangkai III (Tipo 054). Para finales de 2019, la Armada China incorporó su 30va fragata Clase Jiangkai II, supuestamente completando sus planes de producción para ese tipo de naves. Pero en 2021 se reinició la producción con tres navíos adicionales comisionados a finales de 2022 y se espera completar las 40 fragatas de ese tipo.

Para operaciones litorales se construyen corbetas Clase Jiangdao (Tipo 056 y Tipo 056A). En febrero 2021 se comisionó la corbeta número 72, completando planes de producción para ese tipo. Subsecuentemente, en 2021, las primeras corbetas Clase Jiangdao, probablemente unas 22 unidades, fueron transferidas a la Guardia Costera de China, probablemente debido a su carencia de arreglos sonar remolcados. Los restantes Tipo 056A tienen arreglos sonar remolcados, lo que las habilita para operaciones de guerra antisubmarina.

Los destructores Clase Luyang III y cruceros Clase Renhai son dos de los más grandes programas de construcción naval para la Flota de Superficie. Para finales de 2022, la Armada de China ha comisionado 25 destructores Luyang III, incluyendo 12 unidades de una versión de eslora extendida Luyang III Mod y tiene buques adicionales en construcción. Tanto los destructores Luyang III estandar como los Luyang III Mod integran un sistema de lanzamiento vertical de misiles de 64 celdas con capacidad para portar misiles crucero, misiles superficie-aire y misiles antisubmarinos. La variante Luyang III Mod será capaz de portar los nuevos helicópteros de guerra antisubmarina Z-20 para finales de 2022. Los cruceros Clase Renhai integran 112 celdas de lanzamiento vertical de misiles y cargan variedad de armas, desde misiles antibuque, misiles antiaéreos, torpedos y armas antisubmarinas, y probablemente misiles crucero de ataque a tierra y misiles balísticos antibuque con un alcance estimado de 540 millas náuticas (poco más de mil kilómetros) cuando estén disponibles.

Las fragatas y corbetas chinas, junto a sus buques más antiguos, portan misiles crucero antibuque YJ-83/YJ-83J de unas 135 millas náuticas (250 kilómetros). Los destructores Clase Luyang II portan misiles crucero antibuque YJ-62 de 270 millas náuticas (500 kilómetros) de alcance. Los destructores Clase Luyang III y cruceros Clase Renhai portan misiles YJ-18A de 290 millas náuticas (537 kilómetros) de alcance, el más nuevo misil crucero antibuque de China. A algunos destructores modernizados se les ha integrado el misil crucero antibuque supersónico YJ-12A de 270 millas náuticas de alcance y la siguiente generación de fragatas recibirán también el YJ-12A.

Ocho de los 12 submarinos Clase Kilo están equipados con el misil antibuque SS-N-27b de origen ruso y 120 millas náuticas (22.24 kilómetros) de alcance, mientras que los submarinos Clase Song, Clase Yuan y Clase Shang portan el más nuevo misiles crucero antibuque de desarrollo local YJ-18, una mejora del SS-N-27b. Es posible que la Armada china esté desarrollando un sistema lanzador que pueda ser integrado a un contenedor comercial para utilizar los misiles YJ-18 desde buques mercantes de manera encubierta.

La Armada está consciente de la necesidad de disponer una robusta capacidad de adquisición de objetivos más allá del horizonte y está invirtiendo en vectores de reconocimiento, vigilancia, comando, control y comunicaciones a nivel táctico y estratégico para brindar data confiable sobre los objetivos.

Los misiles crucero de ataque a tierra serán integrados en sus cruceros y destructores más nuevos, así como el submarino en desarrollo Clase Shang III. Es probable que se integren también a navíos más antiguos.

En cuanto a buques de asalto anfibio, la Armada de China comisionó su primer LHA Clase Yushen (Tipo 075) en diciembre de 2021. LHA = Landing Helicopter Assault. Un tercer buques Clase Yushen fue incorporado en octubre de 2022, mientras que la peimra unidad alcanzó su capacidad operativa inicial en marzo de 2022. Es probable que un cuarto buque esté bajo construcción. Además, la Armada dispone de ocho LPD (Landing Platform Dock) de la Clase Yuzhao (Tipo 071) de gran porte. Cada uno de estos buques pueden embarcar varios hovercraft de desembarco Clase Yuyi o las lanchas de desembarco convencional Clase Yubu, así como variedad de helicópteros, tanques, vehículos blindados y unidades de infantería naval.

En diciembre de 2019, la Armada comisionó su primer portaviones de construcción local, el Shandong, botado en 2017. E suna versión modificada del portaviones Liaoning (el ex Clase Kuznetsov adquirido a la Armada de Rusia), utilizando un Ski-Jump en proa para el despegue de aviones. China botó su tercer portaviones de construcción local, CV-18 Fujian, en junio de 2022 y continuaba con los trabajos de equipamiento a inicios de 2023. El CV-18 es más grande que el CV-17 y CV-16, y está equipado con catapultas electromagnéticas. Se espera su comisionamiento en 2024 y que China continúe construyendo portaviones.

Además de los cazas navales J-15 (copia del Su-33), la Armada china desarrolla una variante del J-15 con capacidad para despegar con las catapultas de su último diseño de portaviones y ya está en fase de pruebas en tierra. Otras dos variantes del J-15 están en desarrollo, el J-15S que e sun biplaza y el J-15D especializado en guerra electrónica. También en desarrollo una variante del caza furtivo J-31 capaz de operar desde portaviones.

En refinamiento el avión de guerra electrónica para portaviones KJ-600, similar al E-2C/D Hawkeye. Prototipos del KJ-600 han estado en pruebas desde 2020. En desarrollo el helicóptero naval Z-20F pensado para los crucero clase Renhai, destructores clase Luyang III Mod y buques de asalto anfibio Clase Yushen. El Z-20F es similar al SH-60 Sea Hawk y se eséra que introduzca mejoras en relación a los más pequeños Z-9 y Ka-28 (de origen ruso). El Z-20F servirá como complemento del más grande Z-18F que ya opera desde los portaviones.

La Armada también utiliza vehículos aéreos no tripulados para misiones de vigilancia y reconocimiento, incluyendo variantes de despegue y aterrizaje vertical, destacando al SD-40, CSC-005, S-100 Camcopter y AV-500.

En proceso de reemplazo, las variantes más antiguas de los bombarderos H-6 con los H-6J, una variante naval del H-6K de la Fuerza Aérea de China. El H-6K integra seis puntos duros en lugar de cuatro, aviónica digital, motores actualizados y pueden portar el misil crucero antibuque supersónico YJ-12 de 270 millas náuticas de alcance. A los H-6K de la Fuerza Aérea se les ha visto cargando misiles antibuque YJ-12. La Armada también alinea avionesw de patrulla marítima y guerra antisubmarino Y-9, similares al P-3 Orión. Una variante Y-9 ASW integra radar de búsqueda de superficie montado en la nariz, múltiples antenas en el fuselaje para vigilancia electrónica, una pequeña torreta electro-óptica/infrarrojo justo detrás de la rueda del tren de aterrizaje delantero, así como una bahía interna de armas, delante del tren de aterrizaje principal.

También opera vehículos aéreos no tripulados desde bases en tierra.

El Cuerpo de Infantería Naval de China mantiene presencia en la primera base militar china en el extranjero, en Djibouti, desde donde proyecta influencia en África y el Medio Este, y le permite habilitar respuestas militares a contingencias que afecten los intereses de China en la región.

En 2022, se concentró en entrenamientos con piezas de artillería PCL-181 montadas en vehículos y con la variante de reconocimiento del blindado anfibio Tipo 05. Disponen de por l o menos 28 helicópteros Z-8C como refuerzo a la capacidad de asalto.

Cazas navales J-15 en entrenamiento, en mayo de 2023. Foto: Ministerio de Defensa de China

Fuente: Military and Security Developments involving the People’s Republic of China 2023
U.S. Department of Defensa, October 2023