Continúan los plantones y marchas en Perú en protesta pacífica contra el pésimo trabajo de las autoridades electorales
– Ante gran cantidad de reclamos sobre presuntas irregularidades y hasta fraude en las elecciones presidenciales
– Demostraciones «Respeta Mi Voto» y «No al Comunismo»
maquina-de-combate.com – No se detienen las marchas y plantones en el Perú como muestra del descontento, protesta y justo reclamo de la población contra el pésimo trabajo, la falta de prolijidad y la renuncia fáctica a sus obligaciones que han llevado a cabo las autoridades electorales (Oficina Nacional de Procesos Electorales [ONPE] y Jurado Nacional de Elecciones [JNE]) para asegurar que el resultado sea el fiel reflejo de la voluntad popular.
La población ha sido testigo de excepción de la negativa de las autoridades electorales a mostrar el padrón electoral y la lista de electores, ambos documentos de carácter público como lo ha reiterado la propia Defensoría del Pueblo, y la negativa de las mismas autoridades a realizar una simple comparación entre las actas electorales, los padrones y listas para verificar que los votos cuantificados, el número de votantes y las decisiones sobre la votación hacia los respectivos candidatos, representen la fiel y leal voluntad de la población sobre su gobierno para los próximos cinco años.
En redes sociales se han multiplicado los reclamos de personas con parientes que a pesar de no haber votado, no tienen multa económica por ello, con parientes fallecidos que han votado, reclamos por personas muertas que han votado (tanto personas fallecidas recientemente como de años atrás), reclamos por menores de edad votando o siendo miembros de mesa (algunos de esos reclamos se han aclarado cuando los involucrados salieron a afirmar que eran efectivamente mayores de edad, pero una simple comparación con los registros de la RENIEC, la tercera entidad que conforma el sistema electoral en el Perú, aclararía rápidamente tales dudas), informes de peritos registrados sobre la existencia de firmas falsas, evidencias de una misma persona llenando varias actas electorales, entre otras presuntas irregularidades.
Asimismo, las autoridades electorales han inscrito indebidamente la plancha presidencial de Perú Libre, a pesar de que sus integrantes incumplieron con los requisitos para su correcta inscripción. Además, un número de congresistas electos de este grupo político se les vincula a organizaciones terroristas, motivo más que suficiente para rechazar su inscripción como candidatos al Congreso.
Por otro lado, el JNE no tiene cinco miembros como lo manda la ley sino solamente cuatro, uno de los cuales desistió de seguir formando parte de un proceso de procesamiento electoral con el que no estaba de acuerdo y el nombramiento de su reemplazo ha sido catalogado de irregular y hasta ilegal por especialistas. Los actos del JNE estarían en tela de duda por supuesta falla de origen.
Incluso, el plan de gobierno del grupo radical Perú Libre nunca debió ser aceptado por el JNE porque atenta claramente contra la Constitución Política del Perú y varias de las libertades democráticas que goza actualmente el país andino y que le ha permitido crecer en los últimos 30 años y sacar de la pobreza a millones de personas.
Estas son algunas de las controversias que la población ha podido apreciar en redes sociales y en diferentes medios de comunicación, motivando que cada vez más personas, en diferentes regiones del Perú, se sumen a las marchas y plantones que se han caracterizado por su naturaleza pacifica – salvo un breve desencuentro en el Centro de Lima, muy cerca a Palacio de Gobierno, con un grupo de policías que motivó el lanzamiento de granadas lacrimógenas y la innecesaria arremetida de policías a caballo.
Es menester indicar que la Plaza de Armas de Lima, donde se ubica Palacio de Gobierno, permanece con vallas y personal policial y seguridad desde hace meses sin explicación alguna por parte del gobierno interino. Las personas que marcharon hacia la Plaza de Armas querían expresar su descontento, con chicharras, cornetas, tambores y sus propias voces en la Plaza de Armas, de manera pacifica, así como lo han hecho muy cerca de la ONPE, el JNE y el Palacio de Justicia, siempre de manera pacifica, con bailes y cánticos, muy ruidosos sí pero de manera pacífica.
En el Perú está consagrado el derecho a la protesta, por lo que llama la atención la restricción a la movilidad de la población hacia su Plaza de Armas, más aún cuando quiere expresar su descontento de manera pacífica ante la abundante evidencia de presuntas irregularidades y hasta fraude en las elecciones generales. Hubiese bastado a la Policía hacer un cerco alrededor de Palacio si tanto temor había de una deriva hacia actos violentos.
Peor aún, se vienen repitiendo las interferencias judiciales contra un medio de prensa (Willax TV) e incluso contra la obligación – exclusiva y excluyente – del Congreso de la República para nombrar a los magistrados del Tribunal Constitucional, lo que en la práctica no se llegó a concretar, al no haberse nombrado a ningún nuevo magistrado al no alcanzar el número necesario de votos (87).
Preocupa sobremanera que el siguiente gobierno no tenga la legitimidad que necesita para llevar a cabo una administración que genere crecimiento económico y bienestar a nivel micro y macro, ciertamente, la renuencia a procesar adecuadamente las elecciones no abona en ese sentido, y la sensación que se está imponiendo un gobierno que no ha resultado ganador en las elecciones crece conforme transcurre el tiempo y las autoridades se sientan sobre sus obligaciones al punto que el JNE ha anunciado que esta semana proclaman sus resultados. Estos irresponsables funcionarios no duran una semana en una empresa privada eficiente.
Las autoridades electorales y el propio encargado del Despacho Presidencial ni siquiera han tenido la voluntad, el tino, de solicitar una auditoría electoral a la OEA y a la Unión Europea, para calmar las dudas de más de la mitad de la población peruana sobre los resultados de la elección presidencial.
Mención aparte merece el ministro del Interior, José Elice, quien se negó en señal de televisión a detener las manifestaciones de partidarios de Perú Libre con armas blancas (machetes). El resultado de tal negativa es un ciudadano, (Richard Muro) fue atacado por una decena de violentistas con machete, tubos y a patadas ya en el suelo, siendo un adulto mayor que ya se retiraba con su familia de una manifestación pacífica. El señor Muro fue hospitalizado y dado de alta de un hospital estatal al día siguiente, motivo por el cual, diversas personas han ofrecido apoyo económico para que continúe su tratamiento hospitalario a causa de la gravedad de las heridas y los potenciales efectos de la golpiza sobre su organismo.
Sin duda el gobierno interino de Francisco Sagasti será recordado por haber incumplido sus compromisos con la población. No se ha realizado un proceso electoral limpio, por el contrario, muy probablemente son las elecciones más sucias de los últimos 60 años. No ha hecho un esfuerzo significativo para disminuir la mortandad en el Perú a causa de la pandemia. En el Perú ya se superan los 200 mil muertos por Covid-19, cerca de la mitad de fallecidos en la administración interina. Perú se ubica en el 10mo lugar en cuanto a vacunación en América Latina, y si no fuera por Willax TV, la población no estaría recibiendo la vacuna de Pfizer sino la cuestionada vacuna de Sinopharm porque se tenía la intención de comprar varios millones de dosis de la vacuna china, unos 20 millones de dosis. Sobre la economía, las restricciones a la movilidad de las personas se están relajando pero aún impiden que la población realice sus actividades a lo largo de las 24 horas del día, los siete días a la semana. En curso , un rebote estadístico que está siendo afectado seriamente por la inestabilidad política generada por las barbaridades que viene anunciado el grupo radical Perú Libre para el futuro económico del país sudamericano.
Ese será su legado, señor Sagasti, no se confunda, y lo puede apreciar en las miles de personas que están protestando todas las semanas, ya más de un mes, y no paran los plantones y marchas, y probablemente no pararán con una proclamación que sea considerada írrita.
Días atrás, en un Vacunatón, se pudo apreciar en televisión a la primera ministra Violeta Bermúdez, y al ministro de Salud, Oscar Ugarte, bailando una canción con el estribillo «Ojalá que te mueras», y eso con 200 mil muertos a cuestas en el Perú por Covid-19, la peor tasa de mortalidad del mundo. No se confundan, señores, ese es su legado, la falta de conexión, la falta de empatía con el sufrimiento del pueblo, con la voluntad popular. No basta repetir la palabra «pueblo» a cada rato para estar en línea con la voluntad popular, tampoco repetir «nueva Constitución» como si fuese la pócima mágica para solucionar las debilidades del sistema económico, que las tiene pero que se pueden corregir – o por lo menos atenuar – sin destruir al país en el intento. Puestos de trabajo y oportunidades para salir adelante con su propio esfuerzo, no letanías demagógicas es lo que se necesita en estos momentos de crisis.
Mucho le agradeceremos a los señores del gobierno interino que ya no posen para fotografías delante del héroe nacional, Coronel (r) Francisco Bolognesi, quien junto a muchos otros ofrendó su vida por el Perú.
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