Estados Unidos califica la masiva inmigración ilegal por su frontera sur como una invasión
– Suspende el ingreso ilegal de individuos por su frontera sur, tomará medidas para evitar ingresos ilegales y expulsar a aquellos que ingresaron de tal manera.

maquina-de-combate.com – Dentro del numeroso grupo de ordenes ejecutiva que ha firmado el Presidente Donald Trump en el primer día de su segunda administración del gobierno y aparato estatal federal de Estados Unidos, ha firmado una declaración que califica la masiva inmigración ilegal que se viene suscitando desde hace cuatro años en la frontera con México como una invasión y en consecuencia ha suspendido con efecto inmediato el ingreso irregular de todo individuo a territorio estadounidense y tomará las medidas adecuadas para impedir dichos ingresos, de ser necesario repeler a aquellas personas que intenten ingresar irregular, ilegalmente a Estados Unidos y expulsar a aquellos que hayan ingresado de esa manera al país norteamericano.
En la declaración adoptada el 20 de enero, la Presidencia de Estados Unidos resalta que un aspecto esencial de toda nación soberana es la existencia de límites territoriales y la inherente autoridad para decidir quien y que puede cruzar esos límites. La Corte Suprema de EEUU descibre esta facultad como un acto fundamental de soberanía que deriva no solamente del poder legislativo sino que es inherente al poder ejecutivo que controla los asuntos exteriores de la nación. La Corte Suprema ha reconocido el derecho inherente y la obligación del Poder Ejecutivo de defender la soberanía nacional, afirmando que cuando el Congreso prescribe un procedimiento relativo a la admisibilidad de extranjeros, no se trata solamente de una poder legislativo, está implementando un inherente poder ejecutivo.
El Congreso de Estados Unidos ha establecido una regla uniforme de naturalización, creado un complejo y comprensivo esquema federal de inmigración para controlar el ingreso y salida de personas y bienes a lo largo de las fronteras de Estados Unidos. En circunstancias normales, este esquema puede proteger la soberanía nacional de Estados Unidos al facilitar la admisión de individuos cuya presencia sirve a los intereses nacionales y prevenir la admisión de aquello que no, tales como extranjeros que representan una amenaza a la salud pública, a la seguridad pública y no se les permite el ingreso a Estados Uidos hasta que ellos establezcan que son elegibles para ser admitidos bajo los preceptos de ley.
Sin embargo, los filtros usualmente utilizados pueden ser completamente ineficaces en las zonas de fronteras donde el acceso a la información necesaria se limita a la brindada por los propios extranjeros que intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos, o cuando los sistemas de revisión resultan saturados por una abrumadora cantidad de inmigrantes ilegales provenientes de gran variedad de países.
Debido a la carencia de datos, particularmente en las zonas de frontera, los oficiales federales no tienen la capacidad de verificar con certeza los antecedentes policiales o las amenazas a la seguridad que representa el ingreso de los inmigrantes ilegales al país por la frontera sur.
Los riesgos a la seguridad pública y seguridad nacional en las zonas de frontera se incrementan significativamente por la presencia y control territorial ejercido por los carteles internacionales del narcotráfico y otras organizaciones criminales transnacionales en ambos lados de la frontera sur, así como grupos terroristas que intentan hacerle daño a Estados Unidos y al pueblo estadounidense.
Lo mismo es cierto en materia de seguridad sanitaria, donde el gobierno federal de Estados Unidos carece actualmente de una efectiva capacidad operacional para filtrar a los inmigrantes ilegales que cruzan la frontera sur y no se puede determinar si son portadores de enfermedades transmisibles.
En los últimos cuatro años, declara la Presidencia de Estados Unidos, por lo menos ocho millones de inmigrantes ilegales han sido encontrados a lo largo de la zona de la frontera sur, y otros tantos millones de personas han evadido detección e ingresado ilegalmente a territorio estadounidense. El enorme número de ilegales que han ingresado a Estados Unidos ha saturado, sobrepasado el sistema y ha convertido en ineficaces las medidas usualmente adoptadas para filtrar inmigrantes de manera adecuada, incluyendo aquellas medidas que deberían evitar que ingresen personas que representan una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos.
Estados Unidos ha gastado miles de millones de dólares para brindar cuidados médicos y otros cuidados básicos a la gran cantidad de inmigrantes ilegales que han ingresado al país en los últimos años, pero también ha gastado gran cantidad de recursos en actividades policiales asociadas a la presencia de ilegales dentro de los límites territoriales del país.
En consecuencia, en base a la Constitución y leyes de Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha determinado que la actual situación en la frontera sur califica como una invasión bajo el Artículo IV de la Constitución de Estados Unidos. Por la tanto, en base al Artículo II de la Constitución, y en cumplimiento fiel de las leyes migratorias aprobadas por el Congreso, suspende el ingreso físico de ilegales involucrados en la invasión a Estados Unidos a través de su frontera sur hasta que se determine que esa invasión ha terminado.
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