– Ante la anexión rusa de las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia y Kherson
– Las Fuerzas Armadas de Ucrania siguen avanzando en el este y sureste de su territorio

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, en el acto hoy de firma de la solicitud de acceso a la OTAN. Foto: Twitter

maquina-de-combate.com – Ante los decisivos avances logrados en las recientes semanas por las Fuerzas Armadas de Ucrania para recuperar porciones de su territorio en el este y sureste de su país, Vladimir Putin no ha tenido mejor idea que firmar hoy los decretos de anexión de las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia y Kherson para intentar evitar el colapso de las unidades militares en dichas regiones ucranianas.

Días previos a la anexión, Vladimir Putin y varios otros altos funcionarios rusos han deslizado sin mucha ambigüedad que la opción de utilizar armas nucleares (tácticas) en Ucrania es ahora probable. El gobierno de Estados Unidos ha advertido a Rusia que la respuesta al uso de armamento nuclear sería contundente y expertos señalan que ello puede implicar el uso de armamento de largo alcance, no necesariamente sobre Rusia misma sino sobre sus posiciones en Ucrania u otras zonas. Rusia está intentando reintegrar sus unidades militares en Ucrania con personal reclutado como voluntarios o por leva forzosa (miles de rusos han huido a países vecinos para evitar la leva), en ambos casos casi sin ningún tipo de entrenamiento básico.

La reacción en Ucrania no se ha hecho esperar y su ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, ha afirmado que “al intentar anexar las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia y Kherson de Ucrania, Putin intenta apoderarse de territorios que ni siquiera controla físicamente sobre el terreno. Nada cambia para Ucrania: seguimos liberando nuestra tierra y nuestra gente, restaurando nuestra integridad territorial”.

Además, ante el intento de anexión por parte de Putin, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, ha firmado hoy mismo una solicitud para que Ucrania sea aceptada en la OTAN de manera acelerada.

De acuerdo al Artículo 5 de la carta de constitución de la Alianza Atlántica, un ataque contra alguno de sus miembros es un ataque contra todos los miembros, motivo por el cual es mandatoria una respuesta militar. Si Ucrania accede a la OTAN, las Fuerzas Armadas de los países miembros se verían obligadas a ingresar a territorio ucraniano para expeler a las unidades militares que tiene Rusia en el este y sureste de dicho país, incluyendo muy probablemente a la península de Crimea, anexada por Rusia en 2014.

Por mero sentido común, si Rusia no puede militarmente con Ucrania, y eso no es una opinión sino hechos que se están viendo en el terreno, sus opciones militares en una guerra convencional contra la OTAN son nulas, salvo que Putin pierda por completo la razón y haga uso de armas nucleares tácticas para intentar detener a los ucranianos. 

Ante un escenario con el probable uso de armas nucleares, resulta muy complicado que la OTAN ponga en riesgo a las sociedades civiles de sus países miembros. El uso de las armas nucleares por parte de Rusia puede sin embargo cambiar dicha situación, porque algunos países se convencerán que nada garantiza que Putin se satisfaga con Ucrania y no intente dentro de unos años anexar territorios de otros países. Dilema estratégico. Enfrentar ahora a una Rusia muy debilitada, con un régimen inestable a la cabeza pero ya dispuesto a usar armas nucleares, o hacerlo años más tarde cuando ya haya podido recuperar su inventario militar. El uso de armamento nuclear no es la solución. Pero tampoco lo era invadir Ucrania. No lo fue en 2014, tampoco en 2022.

La invasión rusa a Ucrania ha de quedar como una de las derrotas más humillantes de la historia universal, y peor aún, Rusia está intentando terminar las hostilidades en la mesa, con el ejército de Ucrania avanzando en las regiones que intenta anexar con un papel.

Por otro lado, el Departamento de Estado de Estados Unidos ha emitido un comunicado el día de ayer en el que señala que los referéndums que ha realizado Rusia en las regiones que hoy intenta anexar “son un esfuerzo fútil de enmascarar lo que equivale a un intento más de apropiarse terrenos en Ucrania. Para ser claros: los resultados fueron orquestados en Moscú y no reflejan la voluntad del pueblo de Ucrania”.

Agrega el comunicado que “Rusia ha forzado a mucha de la población en áreas que ha cogido a escapar y ha compelido con armas a ciudadanos ucranianos a permanecer para votar, por temor a su seguridad, y la seguridad de sus seres queridos”.

 

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